Jorge Riechmann, profesor de filosofía moral en la Universidad Autónoma de Madrid, poeta, ensayista y activista del ecologismo, advierte en su último trabajo, Autoconstrucción, que estamos en tiempo de descuento en relación con nuestro planeta. 

El nivel de degradación ecológica al que hemos llegado en las últimas décadas es de tal magnitud que hemos sobrepasado en un 150% la capacidad que tiene la Tierra de soportar los excesos de contaminación.

La pregunta que el autor se hace continuamente es: ¿hay solución? Riechmann nos da a entender que la única solución posible no es sólo ecológica, sino de mucho mayor calado: "Hacen falta transformaciones estructurales profundas, casi revolucionarias". Se requiere, a su juicio, un cambio de conciencia y de valores que pasa necesariamente por la educación: educación para una nueva forma de consumir más austera y respetuosa con el entorno, señala en una entrevista publicada en el blog Lecturas sumergidas,de la periodista Emma Rodríguez.

Asimismo, la sustitución de energías contaminantes como el petróleo por energías limpias como la solar, geotérmica o eólica, o la eliminación de prácticas enormemente dañinas como el fracking, contribuirían de manera decisiva a un cambio de paradigma en nuestra relación con la naturaleza, lo que redundaría en una mejor calidad de vida para todos.

Mientras que las leyes naturales, como las leyes de la geología, de la biología o de la física, como la propia ley de la gravedad, no son modificables, sí lo son muchas de las leyes humanes, tales como las económicas.

Si los países ricos, muy primordialmente, disminuyeran sus niveles de consumo y el modelo económico imperante de despilfarro descontrolado se cambiara por un sistema mucho más respetuoso con el medio natural, no sólo contribuiríamos de manera definitiva a la conservación de nuestro planeta, sino que reduciríamos también considerablemente las desigualdades sociales a nivel mundial. Para todo ello, destaca Riechmann el papel cada vez más activo que debemos asumir los consumidores, por un lado, y por otro, pero de forma complementaria, los nuevos movimientos sociales como dinamizadores de una nueva educación ecológica e igualitaria y formadores de nuevas conciencias.

"A diferencia de, por ejemplo, los chimpancés, los seres humanos tienen muchas opciones de modificar reflexivamente su conducta, de ahí que Jorge Riechmann nos muestre algunas de las rutas para emprender el camino de una autoconstrucción crítica, tanto personal como colectiva. ¿Quiere esto decir que quienes quieren cambiar los estándares culturales del consumo conspicuo estén en contra de los placeres en la vida cotidiana? No; están en contra de la desigualdad y, por lo tanto, contra aquellos refinamientos y placeres que se compran a costa del padecimiento de otros. Por eso, este libro se interroga por algunas dimensiones culturales de esa posible transformación y desemboca en propuestas como las ecosofías, el descentramiento del ego y la militancia de la alegría". Eds. La Catarata