“Sólo salgo para renovar la necesidad de estar solo”. Lord Byron
Si estuviera vivo, Henry James, consideraría esta novela de Colm Tóibin una biografía novelada no autorizada, pues infiere demasiado en el territorio opaco de su intimidad. Aún sabiéndose él, autor de varios relatos con escritores y sus vidas como protagonistas en Los papeles de Aspern, La lección del maestro, La vida privada, La media edad o El lugar de nacimiento, no admitiría que sus circunstancias interesasen, como materia de ficción, a otros escritores contemporáneos.
Henry James era hijo de un lector de Emmanuel Swedenborg, educado junto a sus hermanos, en los hábitos mentales y en las disciplinas intelectuales más modernas,
The Master: retrato del novelista adulto se centra en Europa, entre los años 1895 y 1899, y se inicia en el período en el que James fracasa como autor de teatro en Londres, al tiempo que se constata el éxito en los escenarios de Oscar Wilde.
El espacio físico y sociológico que Colm Toibin habilita en esta novela endogámica para el Henry James creador, no admite cercos a las intimidades que aluden a la vida privada del excepcional creador americano. Una vida en su inglesa patria adoptiva, con preludios de su vida americana, donde familia, amigos y servicio, en ambos mundos, son el índice de la intensidad creativa.
Los ideales pacifistas que le acerca al patriotismo, obedecen a su consolidado nivel intelectual a un minucioso espíritu crítico y a sus pautadas composiciones sociales. Frente a las intromisiones no dejan advertir indignación, mostrando impasibilidad y cordura ilustrada, que bien le sirven para definir los argumentos novelados o para domesticar con el juego literario, ciertos acervos vistos como asociales.
Pero ver en el ejemplo del caso Wilde, una posible replica en su mundo, deja externamente sin efecto aquellos sentimientos platónicos u otros proclives afectos, sin acariciar otra cosa que las pautas estéticas que llevan hacia una estabilidad del carácter.
Se acerca a otros creadores para contrastar sus espíritus, solapando los sentimientos y los deseos con creativos ánimos, alejados del erotismo.
Solo exhibe su rango, como lujo heredado y correcto, marcando las distancias. Siente miedo de que en sus ausencias hablen de él, tocando ciertos puntos que no le harían sentir más que una diana recurrente.
Toibin nos encaja una realidad biografiada por James con nombres supuestos de la vida de sus amigos que demandan ser los protagonistas de la continuación de la historia editada. Sin llegar a las grandes frases que gran James utiliza para engendrar su ficción, aquí hay un Henry más humano que barroco con infinitas habilidades para la creación literaria.
Leer esta novela asienta muchos de los parabienes personales tan necesarios para no dejar cualquier paz de espíritu fuera de las posibilidades que ofrece la felicidad.
Podría recrear mi satisfacción lectora con una interminable diligencia romántica de este ensayo novelado sobre la administración de la soledad, encerrado en la disyuntiva del exilio silencioso, la distancia del origen y la necesidad de vanaglorias sedentarias.
Leer The Master completó un ciclo más en busca de la literatura total, pasando a acompañar a mis otros libros de cabecera.
Colm Tóibín nació en Irlanda (1955) y se graduó en Historia y Lengua Inglesa en la University Collage Dublín. Ha publicado un amplia obra periodística y de crítica literaria y se dio a conocer al gran público con 'The Trial of the Generals' (1990). Entre sus novelas destacan 'El Sur', 'Crónica de la noche' o 'El faro de Blackwater'.
Henry James nació el 15 de abril de 1843 en Nueva York, en el seno de una familia de clase acomodada. Su padre fue uno de los más notables intelectuales norteamericanos del XIX, amigo personal de escritores como Thoreau, Emerson y Hawthorne. En su juventud, James viajó varias veces a Europa, y estudió con tutores particulares en Ginebra, París, Bolonia y Bonn. A los diecinueve años se matriculó en la Facultad de Derecho de Harvard, pero la dejó poco tiempo después, decidido a dedicar su vida a leer libros, y no a estudiar leyes. En 1865 publicó su primer relato, «A Tragedy of Errors», y comenzó a colaborar con revistas como Nation y Atlantic Monthly. Desde temprana edad, James fue un ávido lector de los clásicos ingleses, americanos, franceses, alemanes y rusos, algo que influyó poderosamente en su narrativa. Su primera novela, Watch and Ward (1871) fue escrita mientras vivía en París, donde trabajaba como colaborador del New York Tribune. Poco después se mudaría a Inglaterra, y residiría en Londres hasta que se trasladó definitivamente a Rye, en el condado de Sussex. Allí se consagró al oficio de escribir, ocupación que no abandonaría en toda su vida. James, a pesar de ser considerado uno de los maestros indiscutibles de la novela moderna, apenas logró extraer ningún ingreso de lo que escribía. Sus obras maestras, ejemplos inmortales de introspección psicológica, indagan en el conflicto entre la sofisticación de la vieja sociedad europea y el empuje de los nuevos americanos. En su obra cabe destacar novelas como Daisy Miller (1879), Retrato de una dama (1881), Las bostonianas (1886), Lo que Maisie sabía (1897), Las alas de la paloma (1902) y sobre todo Los embajadores (1903), considerada su obra más acabada. El estallido de la Primera Guerra Mundial supuso un shock para el escritor que, en 1915, decidió adoptar la ciudadanía británica en muestra de lealtad al país que lo había acogido y como protesta por la negativa de Estados Unidos a entrar en la guerra. El 2 de diciembre de 1915 sufrió un derrame cerebral. Murió tres meses más tarde, en su casa de Rye. (Datos de wikipedia)