Bajo el título La mirada de Manuel se desarrolla la tierna historia de Manuel en esta aventura literaria, la segunda parte de esta apasionante trilogía, en la que ha de comparar sus vivencias en el pueblo al lado de sus queridos abuelos con las que encontrará al vivir con sus padres y hermanos en un Madrid en plena evolución social y económica.
Lejos han quedado sus amigos, con los que compartía su tiempo, sus juegos y sus confidencias. Su integración en el seno de la familia no será fácil, pero él vive pendiente de todo aquello que le rodea y le sorprende, aceptando sin preguntas la dinámica del grupo familiar.
Gracias a su sencilla manera de entender la vida, aprenderá a relacionarse con sus vecinos, los amigos de la calle y los compañeros del colegio, y así llegará a conocer bien a sus maestros, que se verán asombrados por su personalidad sencilla y amable. Pero también en este ambiente ocurrirán situaciones que, no siendo habituales, resolverá sin alardes, empleando su capacidad innata para relacionarse con toda naturalidad con los demás. Su paso por el colegio le dejará una profunda huella que quizá sea el principal motivo de su futuro desarrollo.
EL AUTOR
En su primera novela publicada, Manuel, el chico del alba, el lector ya pudo percibir el origen del autor, nacido en uno de tantos pueblos del campo extremeño hace algunos años. Una vez trasladada toda la familia a Madrid, se crio y educó en el colegio del barrio, donde fue apuntado por sus padres con apenas tres años. Tuvo la suerte de aprender con una maestra a la antigua usanza que le enseñó a leer y escribir su nombre. Y fue a partir de ese momento cuando su afición por toda clase de lectura llenaba sus ratos de ocio entre juego y juego con los demás chicos. Este apego hacia los libros le sirvió para desarrollar su entendimiento sobre infinidad de disciplinas del conocimiento.