Una vez más me complace escribir una líneas para este blog, en el cual he venido participando desde hace ya algunos años. Pero en esta ocasión, si cabe, la satisfacción es doble, pues es un libro de mi propia cosecha y no ajena, el que hoy os traigo. Se trata de La Estirpe de Esgarath, cuyo lanzamiento comercial está previsto para este octubre de 2018. Conseguir que salga al mercado un libro no es tarea fácil hoy día, salvo que se sea una figura ya consagrada de la literatura o un divo o diva de la televisión. Es un proceso largo, que va desde la creación de la obra en sí, el envío a las editoriales y su aceptación (muchas veces esto no sucede), las correcciones sucesivas y finalmente, lo que todo escritor desea: su publicación. Y al igual que los partos reales, los partos literarios no están exentos de nerviosismos y ansiedades, más si se es padre o madre primeriza, y esto es lo que me pasa en estos momentos, que me puedo considerar un padre primerizo. Es cierto que no es el primer libro que escribo y publico, pero sí es la primera obra de un género literario que nunca antes había tocado: la ciencia ficción.

¿Cómo se gestó mi primera aventura espacial? Fue a partir de un sueño que tuve cómo nació la primera de las historias que componen este libro: El perseguido. Luego vendrían los otros dos relatos: Under my skin y Retorno a Esgarath. Son, pues, tres historias diferentes, tanto en su estilo como en contenido, pero relacionadas entre sí y con un hilo argumental común: la futura colonización de Marte por el ser humano, a lo largo de 150 años. Se trata por tanto de una obra de ciencia ficción pura, al estilo de Bradbury, Asimov o Arthur C. Clark, aunque nada más lejos de mi intención que compararme con estos tres maestros del género. La narración arranca a mediados de este siglo, en los albores de la exploración de Marte, con el sorprendente descubrimiento, por parte de una expedición, de un conjunto de monumentos ciclópeos milenarios, construidos por una extinta civilización marciana, ¿o quizá no tan extinta?

Siempre me he preguntado qué tendrá el llamado planeta rojo para haber cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Venus le gana con creces en brillo en nuestro cielo nocturno, pero sin embargo, Marte ha jugado un papel especial, primero en las mitologías y luego en la literatura y el cine. Sería interminable la lista de obras relacionadas, de una manera u otra, con el planeta rojo. A la memoria me vienen clásicos como las aventuras de John Carter y su serie marciana, de Edgar Rice Burroughs (el creador de Tarzán) o La Guerra de los mundos, de H.G. Wells, sin rebuscar mucho en mi cabeza. ¿Acaso no estará este planeta ligado a la humanidad con algún nexo invisible, que todavía no conozcamos? ¿Un nexo, que no sólo esté relacionado con nuestro origen, sino con nuestro propio destino como especie? ¿Quién sabe? De todo esto va mi libro.

Poco más me queda por decir de La estirpe de Esgarath, excepto a animaros con su lectura a que descubráis los secretos que esconden las arenas del planeta rojo y su relación con la humanidad. Quizá allá arriba nos aguarden aún sus habitantes, y, como escribió Bradbury al final de sus Crónicas marcianas, nos estén esperando para devolvernos una «larga, larga mirada silenciosa», una mirada interrogante sobre quiénes realmente somos, de dónde venimos y adónde nos dirigimos.

No quisiera por último, terminar esta breve reseña sin romper una lanza en favor de la ciencia ficción, un género que tradicionalmente no ha sido lo suficientemente bien valorado en España, a diferencia de otros países, un género que en realidad nos está hablando de nuestro presente, travestido de futuro, y sobre todo de la propia condición humana.

La estirpe de Esgarath la publica la editorial Nowevolution. Podéis acceder a más información pinchado el siguiente enlace:
http://www.nowevolution.net/novelas/197-Estirpe-esgarath.html

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