La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, título más que sugerente para el segundo volumen de la Trilogía Milenium. Si en la primera parte, Los hombres que no amaban a las mujeres, se desgranaban los datos de la vida personal y profesional del periodista Michael Blomkvist, en esta segunda parte la protagonista es la hacker Lisbeth Salander.
Una investigación sobre el tráfico de mujeres en Suecia que deja un reguero de muertes, es el hilo argumental que hace posible que vayamos conociendo el pasado de la protagonista. Junto a los datos escabrosos de su vida, asistimos al desarrollo de la investigación criminal y los secretos de estado que esta conlleva. La acción tarda algo en despegar, pero cuando lo logra adquiere un ritmo trepidante. Todo esto es la excusa que utiliza el autor para volver a hacer una crítica feroz contra los abusos de poder, el maltrato que siguen sufriendo muchas mujeres y la sociedad actual.
Esta segunda parte no defraudará a los numerosos seguidores de esta peculiar pareja de investigadores.
Amanda Cabo Pan