"Lee y conducirás, no leas y serás conducido". Teresa de Jesús.

Hablar de lugares que siguen siendo emblemáticos en la cultura madrileña, como referente para otros bastiones independientes de la cultura civil, paralelos a esa oficialidad que vende intereses políticos y maquillajes institucionales, es nombrar e historiar la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, el Ateneo de Madrid y la excelsa Biblioteca Nacional.

Y en esa escala inversa, desarrolló sus conocimientos, y postuló sus ideales, en proyectos, conferencias y experimentos sobre desarrollo intelectual, Juana Capdevielle.

De rígida formación y amplia cultura, engarzó sus ideas, en congresos bibliotecarios, trazando y creando lazos de colaboración entre la universidad Central y el Ateneo, aquel vivero progresista durante la II República Española, que empujo con prácticas innovadoras, un desarrollo educativo, político y científico. De no haberse visto truncado por la euforia fascista, hubiera sido el embrión, para hacer de España, el eje intelectual más avanzado de toda Europa, y tal vez del mundo, superior a lo que era el del mundo anglosajón. Y con el personaje homenajeado, aparece su biografía, avalada por la editorial Complutense.

Cristina Gállego Rubio, en una rigurosa edición, exhaustivamente documentada, nos entrega un libro titulado: Juana Capdevielle San Martín: bibliotecaria de la Universidad Central.

Desde su nacimiento, hasta su macabro fusilamiento, se describe la vida de Juana Capdevielle, en todos sus tramos, haciendo especial hincapié en la labor bibliotecaria, sin olvidar "la dirección del servicio circulante de lectura a los enfermos de hospital".

Su quehacer intelectual era una ideal de modernidad: el papel de las bibliotecas, como punto de apoyo para una proyección en todos los ámbitos educativos, sociológicos y académicos. Esa visión real de la importancia de estas, como el centro desde donde se consolidará la formación profesional y personal de los españoles de aquel presente vibrante, hasta su futuro. Una libertad, rodeada de tanto entusiasmo y propuestas progresistas, iban a hacer de los universitarios españoles, la base consolidada de un mundo, donde el valor del conocimiento era patrimonio de todas las clases sociales.

En el trabajo de Cristina Gallego se trasluce emoción, y cada capítulo es un pequeño ensayo sobre la validez del esfuerzo en el trabajo desempeñado, desde esa responsabilidad conferida, lo realizas con toda vehemencia y rigor intelectual, exhibiendo felicidad.

Las fuentes documentales, fotográficas y bibliográficas son muy importantes en esta edición, complementando esta biografía de Juana Capdevielle, maravillosamente escalada.

Cristina Gallego, es coordinadora de la Secretaría Técnica y de Recursos Humanos de la UCM, "una señorita" admirable, enamorada de su trabajo.

Enhorabuena.