William Boyd es uno de mis escritores favoritos; nunca me ha defraudado y con él he vivido infinidad de aventuras. Su última novela se titula “Tormentas cotidianas”. El protagonista, Adam Kindred, es un hombre corriente que acaba de volver a Londres después de haber vivido varios años en Estados Unidos y al que un acto de bondad con un desconocido le involucra en una serie de acontecimientos que hacen que su vida cambie irremediablemente.
Adam lo ha perdido todo, pero tiene más recursos de los que se podría esperar y consigue sobrevivir en una historia asombrosa y entretenidísima.“Tormentas cotidianas” es sobre todo, una novela de misterio e intriga en la que personas normales se enfrentan a situaciones extraordinarias y en la que la ciudad se convierte en un personaje más, fundamental para la trama. Pero ofrece muchas cosas más. Boyd, al tiempo de hacernos vibrar con la historia, reflexiona sobre la delgada línea que nos separa continuamente de la tragedia y el desastre, de la misma manera que una simple llovizna se puede convertir en un huracán. También trata de la identidad y sobre cómo las posesiones y el estatus definen lo que somos y lo que podemos llegar a hacer para sobrevivir.
Y no puedo terminar esta reseña sin recomendar mi novela preferida de Boyd, “Any human heart” (Lo pongo en inglés porque este título tan bonito, en España lo convirtieron en “Las aventuras de un hombre cualquiera”). Recoge los diarios de su protagonista Longan Mountstuart, en los que nos cuenta su vida, una historia fascinante, emotiva y a veces triste y en la que repasa algunos de los momentos cumbres del siglo XX en los que se vio involucrado. En realidad, cualquier cosa menos “un hombre cualquiera”.