"Seguidora de la tradición satírica inglesa, Stella Gibbons escribe La hija de Robert Poste que está considerada la novela cómica más perfecta de la literatura inglesa del XX. Brutalmente divertida, dotada de un ingenio irreverente, narra la historia de Flora Poste, una joven que, tras haber recibido una educación «cara, deportiva y larga», se queda huérfana y acaba siendo acogida por sus parientes, los rústicos y asilvestrados Starkadder, en la bucólica granja de Cold Comfort Farm, en plena Inglaterra profunda. Una vez allí, Flora tendrá ocasión de intimar con toda una galería de extraños y taciturnos personajes: Amos, llamado por Dios; Seth, dominado por el despertar de su prominente sexualidad; Meriam, la chica que se queda preñada cada año «cuando florece la parravirgen»; o la tía Ada Doom, la solitaria matriarca, ya entrada en años, que en una ocasión «vio algo sucio en la leñera». Flora, entonces, decide poner orden en la vida de Cold Comfort Farm, y allí empezará su desgracia."
Con esta presentación que hace Impedimenta, una editorial "con vocación de recuperar y redescubrir aquellas obras literarias esenciales para poder disfrutar de nuestro largo camino como lectores: obras que se lean, que se disfruten y que se guarden", ¿quién se resistiría a leer esta obra traducida por primera vez al castellano? Su traductor, José C. Vales, desvela la complejidad de traducir esta obra porque la autora utiliza el ingenio y los juegos de palabras para destacar lo ingenuos y superficiales que eran sus compatriotas en aquel tiempo y lo hace utilizando el lenguaje rural de Sussex en los años 30, llegando incluso a inventar algunos términos con referencias a situaciones y personajes de su época.
En la novela se encuentran alusiones y homenajes a las novelas de Jane Austen. Flora Poste asegura que tiene la intención de recoger experiencias en la vida rural para escribir, en su madurez, una gran novela al estilo de Persuasión. Flora Poste, además, se convierte en una Emma adaptada a la época que quiere ordenar las vida de los otros. Ya sabemos que Emma Woodhouse, tras producir algunos desaguisados, solo consigue, y con ayuda, ordenar la suya. ¿Conseguirá Flora su propósito?
El estilo de Gibbons es florido y sarcástico, de un humor que en ocasiones resulta feroz; las alusiones y burlas a otros escritores (no tienen desperdicio las alusiones a D.H. Lawrence y su sensual tratamiento de la mujer) son constantes, así como la mofa de géneros, costumbres y corrientes literarias.
Se han hecho dos adaptaciones: una a finales de los años 60 para televisión y una película para televisión en 1995, dirigida por John Schlesinger, que terminó exhibiéndose en cines. En España se estrenó en 1997.