Pues resulta que esta vez el personaje de la semana no va a ser un autor, ni un protagonista de novela, ni la versión cinematográfica de un superhéroe. Yo voy a hablaros de una editorial, Media Vaca, y de sus andanzas.
Cuando uno piensa en una editorial se imagina que detrás hay consejos editoriales, consejos financieros, consejeros delegados... Pues resulta que detrás de Media Vaca lo que hay es un editor, Vicente Ferrer, y una editora, Begoña Lobo. Juntos, son capaces de multiplicar el amor por las cosas bien hechas y de regalar mucha valentía.
Sólo así se puede crear un catálogo como el suyo, con unos libros tan fascinantes, de textos tan cuidados e ilustraciones tan protagonistas (sin que las palabras queden relegadas). Porque eso sí, se trata de una editorial de libros ilustrados. Lo que no está tan claro es si son para niños, para mayores, para ociosos o para becarios.
A Vicente Ferrer le encantan las listas (tiene una buenísima en la página 67 de Palabras por la Lectura) pero no tanto las clasificaciones. Es más, parece que su trabajo como editor consiste precisamente en desmontar algunas categorías que asocian a los niños con un determinado tipo de libros (y a los mayores con otro):
"Los niños aprenden con los libros, pero también con las piedras, las moscas, las hormigas y las arañas. Aprenden con todo. Aprenden jugando. Y no se cansan de aprender. Por eso es absurdo que existan libros aburridos y que se pierda el tiempo con ellos en lugar de dedicarlo a los escarabajos peloteros. Algunos de los más aburridos están hechos por gente con mentalidad de sastre que creen que los libros para niños deben ser como los trajes para niños: varias tallas más pequeños. La mirada inocente del niño nada tiene que ver con los pantaloncitos."
Este texto aparece en las solapas de bastantes publicaciones de Media Vaca. La editorial (o sea, Vicente y Begoña) lleva publicando libros desde 1998 pero lo hace con tanto mimo que no salen muchos al año (en torno a tres). Yo los sigo desde el principio y nunca han dejado de sorprenderme y de emocionarme. Me entran ganas de hablar de un montón de ellos que he compartido con tantos amigos (un título de Media vaca es uno de mis regalos favoritos y con un alto índice de acierto) pero me voy a hacer el chulito y voy a comentaros el primer título que publicaron y el último que ha llegado a las librerías.
En unos editores con tanto amor por la lectura no es de extrañar que el primer título de su catálogo no contenga ni una palabra. No tinc paraules de Arnal Ballester llegó a las librerías sin engañar, ya lo dice en el título, muy bien vestido con una camisa en rojo, negro y blanco, debajo de la cual hay una potente tapa dura con dibujo sorpresa. Aunque todo el está lleno de sorpresas porque, aunque no hay palabras, si que se cuenta una historia y se viaja y hay mucho ritmo y unos dibujos hermosísimos (con los mismos colores de la camisa, ni uno más). Bueno, yo no soy el único que piensa que es algo especial, porque No tinc paraules ha sido uno de los libros más premiados de la muy premiada editorial Media Vaca. ¡Ah! Y Arnal Ballester ha recibido el Premio Nacional de Ilustración 2008.
La última joya editada por nuestra heroica vaca (es media pero vale por una entera) es una delicia que escribió Lorca en 1925 y que ahora nos llega ilustrada por Manuel Flores. El paseo de Buster Keaton [diálogo tiernísimo] es un texto del mejor Lorca, da tanta alegría leerlo que nunca hubiera imaginado que unas ilustraciones me lo iban a hacer disfrutar más todavía. Pero es que lo de Manuel Flores va mucho más allá de hacer unos dibujos preciosos y ponerlos junto a un texto. Lo que él hace es sacar ecos de las frases, bailar a lo agarrado con lo que escribió Lorca, saltar directamente a las emocio
nes y dejar que las palabras sigan su camino limpias, fresquitas, "tan pichis".
No me puedo despedir si dejaros un fragmento de un texto promocional de esta editorial tan necesaria:
"La vaca es el animal más extraordinario que existe. Nos la comemos con patatas, hace bonito en el campo y es fuente de inspiración para artistas y poetas. Uno de los estómagos de la vaca se llama libro, y no debe extrañarnos, porque el libro es el segundo animal más extraordinario que existe. Lo manchamos de salsa, hace bonito en las estanterías y a través de él nos llegan regularmente las ocurrencias de artistas y poetas."
¡A gozar con los libros de Media Vaca!
Javier Pérez Iglesias