Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad (Goebbels).
La composición química de la mentira es el resultado de la ingestión de ideas o grasas saturadas, que mal deglutidas, producen en el comensal la necesidad de inventar un hecho para que todos, incluido el sujeto sobre el que se miente, vean su volumen en el mundo.
La lectura de El cementerio de Praga de Umberto Eco, te va produciendo un gran malestar, pues cada uno los más importantes hechos históricos que asentaron la configuración geográfica, política y social del mundo actual, fueron surgieron de algún panfleto falsificado.
Simón Simonini haciendo de su propio espía, intenta con un ejercicio de bipolaridad, olvidar todos aquellos acontecimientos en los que participo, pero para ello decide escribir sobre ellos, y dar fe de cómo ocurrieron, o no, haciendo de él o de abate Dalla Piccola.
Se plagia el plagio para constatar que el hecho falsificado tiene su osamenta real, y describe en la nueva falsificación, la forma y la intención por la que fueron creadas las actas, haciendo perder pie a la realidad primera.
Verdades y apariencias, que conviven dando carta de autenticidad a hechos y dichos que conformaron otros inciertos hechos, creados, por ejemplo, para arrastrar a las masas europeas, que apoyaron a los dictadores del siglo XX, como los documentos de los sabios de Sión, nacidos de la carta del abad Barruel, y creando la moda ideológica del siglo "el odio al otro, el odio a los judíos" añadiendo su "odio visceral a las mujeres".
Desde su infancia en Turín, Simonini, vive entre las desavenencias de su abuelo monárquico y su padre reformador, capaz de defender las más insignificantes causas perdidas, y allí, desde muy joven descubrió su talento para el espionaje y el engaño.
Un gran notario es el maestro que le inicia en la creación de las falsificaciones y los procesos a seguir, para darles autenticidad.
La cualidad más importante de Simonini es su glotonería, alrededor de la cual Umberto Eco siembra de recetas exquisitas esta novela.
Ese anciano hipócrita, que sin moverse de su mesa en París, va tensando la historia con un odio que se extiende a todo el mundo, en especial a los judíos, y utiliza la técnica del diario, como un cronista que todo lo sabe, y al que todos temen; se nos presenta con el hermetismo de alguien que no quiere recordar, pero inmiscuyendo con su otro yo de abate, para extenderse sobre los secretos y conspiraciones, de ese medio siglo de historia, plagado de controvertidas filigranas políticas, donde la iglesia católica no sale tampoco muy bien parada.
Nos cuenta a modo de folletín las asociaciones de Garibaldi con los masones, la maquinación prusiana, la vida de algunos poderosos hombres de entonces, el nacimiento de la Comuna o su relación con las más grotescas sectas satánicas, amparándose en los relatos de Dumas y de Sue, para hacernos entender, que la literatura es el guión de la realidad.
Lleno de llaves que como lector te llevan a abrir otras llamadas sobre los acontecimientos que Simonini y Dalla Piccola apunta en el relato. O ya como testigos de ello, donde la falsificación, la emisión de dinero falso, la mentira, el plagio hacían del mundo, un servil laboratorio del poder, te conjuran para ampliar los datos, pues al dudar, no das como ciertas, todas las conspiraciones.
Es un libro de dura y lenta lectura, que narra hechos históricos que se pueden superponer sobre hechos actuales.
Umberto Eco, nació el 5 de enero de 1932 en la ciudad de Turín. Licenciado en filosofía por la Universidad de dicha ciudad, se gradúa en 1954 y a partir de ese año es profesor de estética y semiótica en universidades como las de Milán, Bolonia, Florencia y Turín.
Se da a conocer a partir de su tesis El problema estético en Santo Tomás de Aquino (1956). Algún tiempo después, ejerció dando clases en la Universidad de Milán durante dos años, antes de convertirse en profesor de Comunicación visual en Florencia en 1966. Fue en esos años cuando publicó sus importantes estudios Obra abierta (1962) y La estructura ausente (1968).
Con Obra abierta (1962) se orienta hacia la investigación de los sistemas de significación y los procesos de comunicación. Desarrolla otras obras como Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas (1965), La forma y el contenido (1971), El signo (1973), Tratado de Semiótica General (1975), El super-hombre de masas (1976) y Desde la periferia al imperio (1977).
Al mismo tiempo que sus trabajos teóricos sobre el análisis de los signos y los significados ha influido y creado escuela en círculos académicos, Eco se ha hecho popular a través de dos novelas, El nombre de la rosa (1981) una historia detectivesca que se desarrolla en un monasterio en el año 1327, llevada al cine en 1986 por el director francés Jean-Jacques Annaud, en la que aúna a su erudición, la fuerza narrativa de una sensibilidad que para muchos poco tiene que ver con el rigor académico de sus obras anteriores, y El péndulo de Foucault (1988), una fantasía acerca de una conspiración secreta de sabios, construida en torno a temas esotéricos y desde una perspectiva ideológica, propicia una revaloración del arte narrativo del siglo XX.
Estas novelas se basan en los amplios conocimientos que Eco ha ido adquiriendo sobre filosofía y literatura.
En 1995 se publica su novela La isla del día de antes y en 1998 Cinco escritos morales. En 2001 publicó la novela Baudolino.
En febrero de 2000 creó en Bolonia la Escuela Superior de Estudios Humanísticos. La 'Superescuela', como se la conoce ya en Italia, es una iniciativa académica sólo para licenciados de altísimo nivel destinada a difundir la cultura universal. También es secretario (y fundador desde 1969) de la Asociación Internacional de Semiótica.
Es doctor honoris causa por 25 universidades de todo el mundo, entre ellas, la Complutense (1990), la de Tel Aviv (1994), la de Atenas (1995), la de Varsovia (1996), la de Castilla-La Mancha (1997) y la Universidad Libre de Berlín (1998). Posee numerosos premios y condecoraciones, como la Legión de Honor de Francia.
Es asimismo autor de otras obras como Arte y belleza en la estética medieval, Interpretación y sobreinterpretación, La búsqueda de la lengua perfecta, De los espejos y otros ensayos, Apostillas a El nombre de la rosa, Diario mínimo, Entre mentira e ironía o Kant y el ornitorrinco.
Recientemente ha publicado en español Historia de la belleza (2004) y La misteriosa llama de la reina Loana (2005).
Su última obra en castellano es Historia de la fealdad (2007), en la que después de Historia de la belleza, Eco se sitúa en el polo opuesto, ya que para la comprensión de las ideas estéticas a través de los tiempos no basta con una historia de la belleza, hace falta también una historia de la fealdad. (Datos biográficos de BooksFactory)
Umberto Eco es uno de los creadores del grupo 63. En este enlace se analiza esa etapa literaria.