Como en una de mis últimas reseñas os propongo un libro en inglés, de fácil lectura, marcado con el lenguaje precisamente ambiguo de las conversaciones. Ahora se trata de una obra de teatro, Betrayal de Harold Pinter, que nos cuenta la relación que se establece entre un matrimonio, con dos hijos, y el mejor amigo y colega de trabajo de él, que también tiene dos hijos y una esposa.
La obra se compone de 10 actos, comenzando por el momento más cercano a nosotros (cuando los dos amantes se encuentran en 1977 tras haber terminado su relación). En cada acto (con alguna excepción) la acción se sitúa en un tiempo anterior, de tal manera que avanzamos en el conocimiento de toda la historia a medida que retrocedemos en el tiempo (hasta 1968), descubriendo que lo que se suponían certezas no eran sino prejuicios erróneos y lo que es válido para uno mismo se convierte en ofensivo, hiriente o al menos lleno de segundas y terceras intenciones si se aventura la posibilidad de ser realizado por otro.
Quedan al desnudo la debilidad de las fortalezas, las seguras inseguridades, las fidelidades infieles... la esencia frágilmente humana de la persona relacionada con sus afines. Y en conjunto, cómo lo indisoluble queda pulverizado por el tiempo solidificador.