William L. Shirer (1904-1993), periodista norteamericano, ejerció de corresponsal para la CBS en Berlín durante los años claves del nazismo. Fue un personaje muy atractivo por sus manifiestas dotes de humanismo, clarividencia y libertad; y por su espíritu inusitadamente crítico, incluso con su propio país y con la democracia norteamericana. Además fue poseedor de una vasta cultura y sensibilidad para las artes (la literatura, la música…) a las que hace alusión muchas veces, reproduciendo incluso conversaciones con destacados artistas.
Fruto de su experiencia nos ha dejado dos magníficos libros: Diario de Berlín: un corresponsal extranjero en la Alemania de Hitler (1934-1941) y Regreso a Berlín (1945-1947). Estas obras aparecieron por primera vez publicadas en español en 2008 y 2010, respectivamente.
Las dos obras están escritas de forma concisa, clara, sencilla y amena; en un buen estilo periodístico. Unos libros accesibles y cómodos de leer, muy indicados para quienes gustan de esta época de la historia y de la cultura alemana.
Diario de Berlín, recoge la época que va desde el advenimiento del nazismo y su progresivo ascenso en Alemania, hasta el comienzo de la guerra. Cuenta Shirer los preparativos para el conflicto armado, las primeras invasiones alemanas y los bombardeos aliados sobre Berlín.
Pero el libro nos dice mucho más. Narra la rica vida social y cultural en Berlín que contrasta con la terrible realidad en el frente. Noticias terribles sobre el holocausto que nos hacen estremecer. Su convencimiento del peligro que suponía para el mundo libre el ascenso del nazismo. La falta de miras y la nula actuación de las potencias democráticas ante ello, sobre todo de Gran Bretaña y EEUU. Las vicisitudes de Shirer para poder hacer sus retransmisiones radiofónicas, burlando la terrible censura nazi, hasta su expulsión de Alemania en 1941. Su aventurada huida desde Berlín hasta llegar a América, escapando de la guerra en tren, coche, barco y avión.
Y también encontramos alguna cuestión más anecdótica, pero muy curiosa para los españoles, como es su visita a España en 1934, a la Costa Brava y a Madrid y su agradable impresión de los pintores que vio en el Museo del Prado, sobre todo de El Greco.
Regreso a Berlín puede dividirse en tres partes.
En la primera, Shirer está en EEUU y desde allí nos da sus impresiones sobre el final de la guerra en Europa y posteriormente en el Pacífico. Y un aspecto muy interesante, su asistencia a la creación de la ONU en San Francisco en 1945.
Una segunda parte correspondería a su regreso a Berlín, de donde había sido expulsado cuatro años antes. Aquí nos manifiesta sus impresiones de la ciudad devastada, sus ruinas y su gente derrotada, en contraste con sus recuerdos del Berlín opulento y divertido que él conoció en los años 30.
En varias ocasiones hace mención al lema propagandístico del nazismo -"estamos construyendo una civilización que durará al menos 1000 años"- para contrastarla con la realidad de la destrucción que está viviendo.
En esta parte también habla de la incautación de la documentación nazi y transcribe muchas noticias que no habían sido conocidas anteriormente, ni por los aliados, ni por la gran mayoría del pueblo alemán, dada su condición de alto secreto.
Una tercera parte se centra sobre el juicio de Nuremberg contra los máximos responsables del ejército, del gobierno y del partido nazi. Y, con tono irónico, señala Shirer, que este juicio va a ser único en la historia puesto que el total de las pruebas están por escrito, dada la obsesión de los nazis por anotarlo todo.
Si impactante resulta Diario de Berlín, por el ascenso del nazismo y su peligro inminente para todo el mundo, en Regreso a Berlín nos hallamos ante unas reflexiones de Shirer que suponen esperanza, por la victoria del mundo libre, con una mezcla de pesimismo, por las desavenencias que empiezan a surgir entre las potencias vencedoras, y por el advenimiento de la era atómica.
Al igual que ocurre con la primera obra, también en esta segunda nos encontramos con varias referencias a nuestro país. Desde la negativa a la entrada de la España de Franco en la ONU, principalmente por parte de México, a sus conversaciones en Nueva York con Negrín, presidente de la República en el exilio. Y, casi al final del libro, una exposición bastante amplia, sobre el papel de España en los proyectos expansionistas de Hitler y la intención de Franco de aliarse con Alemania y entrar en la guerra al lado de las potencias del Eje.
En la figura y la obra de William L. Shirer se han centrado otras actividades recientes de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Información:
- Exposición de libros en la sala de lectura, bajo el título Periodistas y periodismo en radio. El caso de William L. Shirer (1904-1993).
- Participación en uno de los programas culturales de Inforadio, el viernes 29 de abril de 2011, sobre William L. Shirer por parte de Juan Carlos Suárez y Paz Gañán.
En la web de la Biblioteca de Ciencias de la Información se dan noticias de estas actividades, en los apartados Infoblog y Canal Multimedia.