Enero de 1946: Londres emerge de las sombras de la segunda guerra mundial. La escritora Juliet Ashton está buscando el argumento para su próximo libro. ¿Quién podría imaginarse que lo encontraría en la carta de un desconocido, un nativo de la isla de Guernsey, a cuyas manos ha llegado un libro de Charles Lamb que perteneció a Juliet? A medida que Juliet y el desconocido intercambian cartas, ella se queda atrapada en un mundo maravillosamente excéntrico. La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey -nacida como una coartada espontánea cuando sus miembros fueron descubiertos rompiendo el toque de queda de los alemanes- contiene una galería de personajes profundamente humanos, divertidos, encantadores, todos amantes de la literatura, que sobrellevaron la ocupación nazi organizando reuniones de lectura sobre novelas clásicas, siempre alrededor de un pastel de piel de patata. Juliet empieza una importante correspondencia con los miembros de la sociedad, pequeñas joyas que hablan de libros y del placer de la lectura, de la amistad, de la vida cotidiana y del impacto reciente que la ocupación alemana ha tenido en sus vidas. Cautivada por sus historias, decide visitarles, y lo que encuentra le cambiará para siempre.
Este resumen de la contraportada nos cuenta la trama de esta estupenda novela escrita por Mary Ann Shaffer, en colaboración con su sobrina Annie Barrows. Se trata de una novela epistolar, en la que los diferentes personajes, a través de sus cartas, van desgranando una historia que trata de la amistad, del amor sin fronteras, de la solidaridad, pero también de la guerra, de la crueldad... Y por encima de todo nos habla de la literatura, del inmenso placer de leer, y del poder que tienen los libros para nutrir a las personas durante los tiempos difíciles.
La Isla de Guernsey forma parte del archipiélago de las Islas del Canal, situadas en el Canal de la Mancha, al sur del condado de Devonshire, aunque mucho más cerca de las costas de Normandía. El archipiélago tiene dos territorios, dos dependencias de la Corona, desde los tiempos de Guillermo el Conquistador, dominados por Guernsey y Jersey, que dependen de la corona británica, pero que no forman parte del Reino Unido, ni de la Unión Europea. A causa de la cercanía de Normandía, las islas fueron también ocupadas durante la segunda guerra mundial, y para los alemanes, que no consiguieron poner su pie en las Islas Británicas, ocupar estas islas fue todo un símbolo de su poder. Y en la novela nos cuentan que lo ejercieron, ¡vaya si lo ejercieron! Pero los habitantes de Guernsey, de suyo bastante independientes, unieron sus fuerzas para resistir la ocupación, el miedo, el hambre. Y, aunque de forma casual, la literatura fue su alimento, su nexo de unión, lo que los llevó a desarrollar un sentido de la solidaridad social que les hizo resistir hasta el final de la ocupación y que perduró una vez acabada la guerra.