Pues aquí tenemos de nuevo a nuestro viejo amigo Wagenstein, el del Pentateuco de Isaac, con otra novela.
En los años 30 del siglo XX, Shanghai, bajo dominio japonés, era una ciudad profundamente contradictoria, por un lado era un centro financiero de fama internacional, por otro, era una ciudad portuaria con numerosas zonas míseras llenas de prostíbulos y fumaderos de opio; pero además era una ciudad abierta, uno de los pocos lugares del mundo dónde los judíos se podían refugiar de la amenaza nazi. Basándose en un episodio muy desconocido de la Segunda Guerra Mundial, Angel Wagesntein nos propone una historia de amor y muerte, de intriga, espionaje... de homenaje a todos aquellos judíos que llegaron a esta ciudad con la esperanza de una vida mejor. Con una prosa fluida y una trama perfectamente construida, el autor consigue una obra, mezcla de novela histórica y de suspense, totalmente cautivadora.