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El vagabundo de las estrellas de Jack London

Emilio Fernández 12 de Junio de 2012 a las 09:00 h

Confieso que hacía tiempo que quería leer la novela de Jack London, El vagabundo de las estrellas, pero por diversas razones no había tenido la oportunidad de hacerlo. Fue leyendo otro libro, Hadas, brujas y hombres lobo en la Edad Media: historia del Doble (Palma de Mallorca: José J. de Olañeta, 1999) libro donde se estudia las diversas manifestaciones del Doble a lo largo de la historia, donde encontré una referencia a la obra de London como un ejemplo perfecto del tratamiento en la literatura de la proyección astral, en este caso concreto no sólo de la autoscopia (la visión del propio cuerpo durante la proyección) sino también del viaje del espíritu a otros tiempos y otras vidas.

The Star Rover (la edición de 1973 de Plaza & Janés señala como título original Wanderer of the Stars, pero no la he encontrado como tal en ninguna de las obras de crítica consultadas), fue publicada en 1915 (Macmillan), al borde la Primera Guerra Mundial, y sólo un año antes de que Jack London muriera (¿se suicidara?) tras años de alcoholismo. La mayor parte de la novela está basada en las experiencias de un exconvicto, Ed Morrell, que aparece como uno de los personajes de la novela. La propia historia de Morrell sería publicada en 1924 en The Twenty-Fifth Man. En sus memorias, Morrell cuenta como, condenado a cadena perpetua y sufriendo increíbles torturas en prisión (entre ellas la famosa "the jacket" o camisa de fuerza) crea una forma de autohipnosis (proyección astral) que le permite abandonar su cuerpo y viajar a través del tiempo y del espacio. Después de salir de prisión en 1909, Morrell se encontraría con Jack London en 1912:

"Jack London and I were dear friends, and we have often talked about my experiences in the dungeon, particularly those phases pertaining to the little death in the strait-jacket..." (Earle Labor, Jack London, New York, p. 114).

El protagonista de la novela es Darrel Standing, condenado en primera instancia a cadena perpetua y posteriormente a la horca por la supuesta agresión a un celador de la cárcel. A lo largo de la novela, son frecuentes los alegatos en contra de la pena de muerte y las torturas en el sistema penitenciario de principios del siglo XX:

"¿Por qué cubren la cabeza y el rostro de la víctima con una capucha negra antes de dejarle caer por la trampilla?... ¿Será que esos esbirros suyos, querido ciudadano, temen contemplar en el rostro aterrorizado el horror que cometen en su nombre?".

Tras los numerosas torturas y vejaciones e influenciado por Morrell, consigue llegar al estado de little-death y a través de sus proyecciones astrales recordar en sus "memorias", parte de sus anteriores vidas. El comienzo del libro es revelador:

"Toda mi vida he sido consciente de la existencia de otros tiempos y de otros lugares. He sido consciente de la existencia de otras personas en mi interior".

En estas intercalaciones de su relato carcelario será sucesivamente:

  1. El conde francés Guillaume Sainte-Marie, pendenciero espadachín en el siglo XVII.
  2. El joven pionero del Oeste, Jesse Fancher, asesinado por los indios y mormones, junto a 136 personas más procedentes de Arkansas en la famosa masacre de Mountain Meadow (7 de septiembre de 1857).
  3. Un asceta cristiano del siglo XIV que vive en Egipto.
  4. Adam Strang, un marino inglés del siglo XVII que vive una historia de amor y de odio en Corea.
  5. El hercúleo danés, Ragnar Lodbrog, capturado por el Imperio Romano, y posteriormente, oficial legionario durante la época de Pilatos y la crucifixión de Jesús.
  6. Daniel Foss, un naufrago del siglo XIX que vive durante ocho años en una isla desierta.
  7. Otras reencarnaciones fragmentarias, principalmente relacionadas con el principio de la Humanidad y que recuerdan, en ciertos aspectos, otra de sus obras, Before Adan.

La obra, ignorada por la mayoría de los críticos de Jack London y quizás su obra más difícil, ha sido calificada desde una "strange novel" (Earle Labor), a "incredibly bad" (Maxwell Geisner) o "a magnificent literary accomplishment" (Irving Stone). Joan London (Jack London and Its Time), la califica, no obstante, como un libro extraordinario y poco conocido. Precisamente, su rareza y la curiosa mezcla entre idealismo, misticismo, metempsicosis y la tremenda realidad carcelaria, hacen del Vagabundo de las estrellas una novela totalmente recomendable y a la altura de otras novelas tributo a la capacidad de sufrimiento del ser humano (señala el protagonista: "Los hombres inteligentes son a menudo crueles. Los hombres estúpidos son monstruosamente crueles") como Darkness at Noon de Arthur Koestler o The Fixer de Bernard Malamud. Según el mismo Jack London (Letters from Jack London):

"The key-note of the book is: THE SPIRIT TRIUMPHANT"

En la obra de London, aparecen de forma recurrente temas como la memoria racial (que aparece también en Before Adan), el eterno femenino, la desconfianza en el hombre ("El hombre, como individuo, no ha hecho ningún progreso moral en los últimos diez mil años..."), la regresión a la violencia (la forma de tratar la violencia recuerda mucho a R.E. Howard, el creador de Conan), los recuerdos de la primera infancia (aquí no podemos olvidar la influencia del poema de Wordsworth, Atisbos de Inmortalidad en los recuerdos de la primera infancia: "Nuestro nacer es sólo un sueño y un olvido: / el alma, al despuntar, estrella de la vida, / en otra parte tuvo ya su ocaso..."), la disolución con el TODO:

"El cuerpo muere y se transforma, se disuelve en un fermento químico que se funde para cristalizarse en una nueva forma, que también acabará por diluirse: solamente el espíritu perdura, y vive para siempre en su eterno ascenso hacia la luz. ¿Qué seré yo cuando vuelva a vivir?. Quién sabe. Quién sabe..."

Una obra tremenda en su temática, muy dura en ocasiones, que sin embargo deja un poso de esperanza en la tremenda capacidad de superación del SER HUMANO.

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Comentarios - 2

gustavo

2
gustavo - 2-07-2012 - 22:53:51h

muy buenos libros los de jack london, yo acabo de leer el peregrino astral (the star rover) y cautiva en cada uno de sus capítulos, creo que soy de los pocos afortunados en tener este libro

M. Victoria Fernández

1
M. Victoria Fernández - 13-06-2012 - 16:25:21h

Muy interesante tu comentario, Emilio. Leí las obras más conocidas de Jack London en mi adolescencia, y me encantaron pero no he vuelto a tocarlo. La obra que comentas ni siquiera la conocía. Creo que, cuando termine la lista de adquisiciones de la Feria del Libro, le daré una oportunidad. Gracias.


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