Novela antibelicista que, con un tono irónico  y en cierto modo infantil, nos relata el absurdo al que pueden llegar instituciones de un estado totalitario. En este relato el ejército ruso se muestra como una maquinaria tan compleja que la lógica y el sentido común se ponen a su servicio. Las consecuencias de este despropósito se plasman en la figura del soldado Iván Chonkin que con su mentalidad de campesino pone en jaque a todo el ejército. A Iván Chonkin, considerado el soldado más prescindible, le envían a una misión: custodiar un avión accidentado en el campo. El engranaje de la institución del ejército es tan complicada, que olvidan que le mandaron a una misión y pasado un tiempo le acusan de deserción.

Merece la pena leerlo, aunque a veces se note el paso de los años.

Vladimir Voinóvich sabe muy bien lo que nos cuenta en su novela, ya que fue soldado en el Ejército Rojo durante los años cincuenta. Como consecuencia de la publicación de esta novela (París 1974), fue acusado de promover una imagen negativa de su país en el extranjero y expulsado de la Unión de Escritores Soviéticos. Tuvo que abandonar el país en 1980. Un año más tarde, una orden firmada por el presidente Breznev le privó de su nacionalidad y le obligó a exiliarse en Munich (Alemania), donde vive actualmente compaginando su actividad literaria con la pintura.
"Vida e insólitas aventuras de Ivan Chonkin" sólo pudo editarse oficialmente en Rusia con la llegada de la Perestroika.