Oates narra la historia de una mujer que trata de aceptar la violenta muerte de su madre y todo lo que esto supone para su concepción de la familia y del mundo en general. Nikki es una mujer rebelde, egocéntrica e inmadura.
Este final inesperado y violento hace que se enfrente a sus relaciones familiares y a la relación consigo misma. Durante un año vivirá su particular duelo, pero esto también le permitirá redescubrir la figura de su madre y enfrentarse a sus propios fantasmas.
Como en todas sus obras, la autora hace un profundo análisis sociológico y psicólogico en el que el lector se siente de alguna manera reflejado.
Con una prosa totalmente absorbente y fluida, Oates hace de una historia sin aparente atractivo, una auténtica delicia para los lectores.