XIII es una historia de acción en la que se mezclan espías, militares, altas instancias gubernamentales, matones a sueldo, mafiosos, revolucionarios, golpistas, terroristas, dictadores... aderezada con físicos similares a los de las películas de James Bond (especialmente en el caso de las mujeres y del protagonista principal).
Se inicia con el encuentro en una playa de un hombre inconsciente que es cuidado y atendido por una pareja. Tiene un XIII grabado en uno de sus hombros y ha perdido la memoria. Pronto se encontrará con otros que no la han perdido, que no quieren que la recupere y que -además de intentar quitarlo de enmedio- constantemente le confunden en su intento de encontrar la verdad.
XIII es probablemente uno de los ejemplos que mejor demuestra que el éxito editorial acaba socavando los valores narrativos de una obra. He pensado varias veces si comentarlo o no (con una parte en El Índice); pero al final ha vencido el poso que dejaron sus primeras lecturas.
Cuando uno tiene delante toda la serie puede resultar relativamente sencillo valorarla; pero cuando se ha de esperar durante mucho tiempo al siguiente número esa impresión cambia. Para entender lo que queremos decir valgan estos datos: consta de 19 volúmenes, el primero editado en España en 1987 (1984 en Francia) y el último en 2008. Por tanto, 21 años esperando el final.
Jean Van Hamme es el responsable del guión. Desde mi punto de vista uno de los buenos guionistas (ya hemos hablado de otra de sus obras: SOS Felicidad); pero cuando no fuerza la historia para que se prolongue en el tiempo.
Resumiendo, para no convertirlo en un postiño:
- los 7 primeros números: espectaculares, muy buenos, con una acción trepidante
- del 8 al 11 se empieza a enreversar, con algo parecido a un culebrón (¡los odio!) aunque mantiene algunos puntos de interés
- el 12 (1997) tiene un mayor nivel; tal vez porque vamos a descubrir todo el meollo
- el 13 habría sido el final adecuado. Ya estamos en el año 2001 en España (1999 en Francia) lo que evidencia que lo tenían planificado así. Es un tomo más voluminosos convertido en una especie de enciclopedia de toda la serie
- el 14 (2001) echa por tierra las esperanzas; además de no aportar nada nuevo. Y así continúa hasta el 17, con una leve mejoría
- el 18, ¡oh sorpresa! Salvo algún pequeño momento, es una maravilla. Tanto a nivel estético como narrativo ¿Influirá quizás que el dibujante no sea, por única vez, William Vance? Es nada más y nada menos que Jean Giraud (alias Gir, alias Moebius; o lo que es lo mismo: El garaje hermético, El Incal, El teniente Blueberry). Probablemente lo fundamental es que Van Hamme "echó el resto" para acabarlo de una forma tan digna como empezó.
- Y el 19, el esperado desenlace. No porque sea como deseamos sino simplemente por ser.