Desde el mismo momento en que recibí la invitación a comentar una obra en este estupendo rincón de la red pensé en elegir una que fuese distinta y, como es recomendable, di una vuelta por internet para ver si me inspiraba. Trasteando con libros de filosofía, perdón, de Filosofía me encuentro con que hay gente que recomienda como una lectura fácil en esta disciplina las obras de Dan Brown (no he guardado el enlace y no lo siento) mientras que otros citan El ser y el tiempo como libro que hay que leer necesariamente antes de morir, o después, o que te mueres leyéndolo, no recuerdo bien
El libro que os propongo no es precisamente de Dan Brown aunque es una obra fácilmente legible de un filósofo especialmente oscuro y comparte la legibilidad con otras obras de pensadores cuyo nombre hace huir a los lectores más pusilánimes, como es el caso de Kant (su Fundamentación de la metafísica de las costumbres es deliciosa) o Sartre (El existencialismo es un humanismo, que no está en el dominio público todavía, lo siento).
La obra que recomiendo es Dialéctica erística o el arte de tener razón, expuesta en 38 estratagemas, de Arthur Schopenhauer. Es un texto corto, apenas 70 páginas con los anexos, inconcluso y raro. Como puede verse, realmente encontré una obra "distinta".
¿Cuál es el contenido de esta obra y por qué puede resultar interesante? Se trata de un manual canalla para guiarnos en discusiones de todo tipo: la dialéctica erística es el arte de llevar siempre razón tanto lícita como ilícitamente -por fas y por nefas, nos dice el autor en la introducción, un texto muy apropiado, si me permitís decirlo, para los tiempos que corren. La lectura es, en ocasiones, casi aforística pero en ninguna página pierde fuerza la enorme capacidad de ironía de la que siempre hizo gala Schopenhauer quien -en una suerte de forzado postureo intelectual- ha pasado a la historia como un hombre con poco sentido del humor.
Veamos un ejemplo al azar. La estratagema 28 nos propone intentar un argumento "ad auditores [al auditorio], esto es, se arguye una observación inválida, cuya invalidez sólo reconoce el experto. Si bien el adversario lo es, no así el auditorio: a sus ojos, nuestro adversario pasará por ser el derrotado, y aún más rotundamente, si la observación que se hizo pone en ridículo de algún modo su afirmación. La gente está en seguida dispuesta a la risa; y se obtiene el apoyo de los que ríen. Para mostrar la nulidad del comentario, el adversario tendría que debatir largamente y remitirse a los principios de la ciencia o a otra cosa por el estilo, con lo que no obtendría fácilmente atención." ¿Hemos visto eso alguna vez? Pensadlo bien, ¿no habéis oído a ningún disertador acorralado lanzar un tópico falso (como todos los tópicos) a la arena con el convencimiento de que el auditorio rugirá de satisfacción al reconocerlo como idea asumida mientras que el oponente verá cómo tiene ahora que lidiar en dos campos de batalla (para ganar la discusión central y para abatir el tópico)?
En definitiva, es un libro para la diversión conceptual pero, no os equivoquéis, también es un libro serio que nos ayudará a reconocer y (si podemos) esquivar a los sofistas profesionales, especie de la que ha habido un crudo y lamentable renacimiento en los últimos años. Por eso os recomiendo esta lectura, por eso y porque la filosofía, perdón, la Filosofía también existe. Cada vez menos, pero existe.
Nota de Sinololeonolocreo
Dialéctica erística o el arte de tener razón, expuesta en 38 estratagemas, por si alguien prefiere tocar papel, también está disponible como libro analógico en nuestro catálogo CISNE. Y para que se sepa a quien le interese aquí se lo decimos.