Tras mucho tiempo sin leer literatura en castellano, me decidí por uno de los géneros que más me gusta y por un clásico: Relatos de Chejov.
Chejov es un escritor minucioso, que describe de manera excelente tanto los ambientes como las almas. En ocasiones parece que no hubiera contado nada, te abandona con la sensación de que aquello no debería acabar allí. Como en la vida.
Escritor del siglo XIX cuenta sensaciones de los siglos venideros, universales en definitiva: el deseo (de cualquier tipo) ya satisfecho se convierte en hastío, en cadena que ata; el paso del tiempo es inexorable y la vida parece vacía; las convenciones están arraigadas hasta en quienes luchan contra ellas; los prejuicios, muy unidos a ellas, crean personas anquilosadas, desvalidas fuera de ellos y verdaderos esperpentos vivientes cuando los siguen; individuos que no son sino el reflejo mimetizado de aquéllos con los que viven; élites intelectuales que mendigan una idea que luego será siempre suya; profesionales que no reparan en cuestión moral alguna para "ser califa en lugar del califa"...
Y todo en una sociedad que hace pocos años ha abolido la servidumbre, en un ambiente con enormes desigualdades, donde la corrupción campea por todas partes, el analfabetismo está generalizado, las clases (o estamentos) son prácticamente impermeables... ¿Preludio tal vez de las revoluciones que se avecinaban y que él no vivió?
Son historias costumbristas, biográficas, kafkianas, satíricas...(o todo ello a un tiempo). En definitiva, un buen compendio de uno de los grandes del relato corto.
Chéjov, Anton. Relatos. Traducción del ruso, Ricardo San Vicente y Augusto Vidal. Barcelona: Círculo de lectores, 2004. 424 p. ISBN 84-672-0562-8.
Contiene: Mi vida: relato de un hombre de provincias; El pabellón número 6; La muerte de un funcionario; Perpetuum Mobile; El malhechor; Congoja; Agafia; Vanka; Una historia aburrida: apuntes de un hombre viejo; El profesor de lengua; El hombre enfundado; La grosella; Del amor; Un ángel; La dama del perrito.
Nota: los títulos de sus obras se traducen de diferente manera. Además hay muchas antologías en la colección de la Complutense.