Este es el poema de Robert Burns que dio origen a El guardián entre el centeno de J.D. Salinger:
Cruzando el centeno, pobre cuerpo
Cruzando el centeno
Se le volaba la faldilla
Cruzando el centeno
Si un cuerpo choca un cuerpo
Cruzando por el centeno
Si un cuerpo besa un cuerpo
¿Tiene un cuerpo que llorar?
Si un cuerpo choca un cuerpo
cruzando por el valle
Si un cuerpo besa al cuerpo
¿Tiene el mundo que saberlo?
El de Jenny es un cuerpo pequeño y dulce
Jenny casi nunca tiene sed
Y se le vuela la faldilla
Cuando cruza por el centeno...
"La educación académica te proporcionará algo más. Si la sigues con constancia, al cabo de un tiempo comenzará darte una idea de la medida de tu inteligencia. De qué puede abarcar y qué no puede abarcar Poco a poco comenzarás a discernir qué tipo de pensamiento halla cabida más cómodamente en tu mente. Y con ella ahorrarás tiempo porque no tratarás de adoptar ideas que no te van, o que no se avienen a tu inteligencia. Sabrás cuáles son exactamente tus medidas intelectuales y vestirás a tu mente de acuerdo con ellas." (Texto de El guardián entre el centeno).
Quizá ninguno de nosotros quiso abandonar aquella etapa final de la adolescencia que por alborotada, no dejaba de ser atractiva por su falta de referencias y soluciones, con su juego de azarosos laberintos en busca de felicidades efímeras o sobresaltos emocionales y rodeada de adocenados status donde todo lo que soñamos se percibía como alcanzable.
Pero Holden Caulfield decide no entrar en los posteriores avatares e intenta huir, para prolongar, lo que intuye que después ya no ocurrirá, ¡sí! , en el momento de que la responsabilidad de todos los actos sea suya y no dependa del criterio paterno, con sus premios y castigos. Los resentimientos hacia el ser humano que están instalados en su personalidad, le obligan a denunciar la hipocresía que todo lo envuelve, sabiendo que su dominio del lenguaje es pobre y sus resortes limitados.
La importancia que adquirió esta novela se debe a la época en que fue publicada, 1951, a su lenguaje llano y coloquial a la hora de opinar sin pudor de temas como el alcohol, las drogas, el sexo o la prostitución en una sociedad americana asentada en el puritanismo. Además de otras mitomanías posteriores, como ser el libro de cabecera del asesino de John Lenon.
Ahora puede resultarnos hasta ridículo aquel recelo, acostumbrados a constantes diálogos malsonantes en todos los medios de comunicación y en el dialogar de la vida diaria.
Holden, adora la inocencia de su hermana menor Phoebe apareciendo como el protector de esa cualidad, que en el ya se ha extinguido. No le gusta que su hermano mayor D.B. sea guionista en Hollywood, lo que le hace odiar el cine, pero declara que disfruta leyendo sus historias y cuentos.
El refugio que elige para aislarse de esta huida, que ha conseguido agotarlo parece ser un hospital donde la asepsia podría hacerle encontrar las razones para continuar con su vida de adulto. Ser hijo de buena familia y no tener ningún tipo de carencias materiales le hace aborrecer su mundo.
La novela sigue siendo hoy un referente literario si buscamos una descripción de la búsqueda de los valores intemporales en esa etapa ya lejana para algunos de nosotros, sabiendo que no habrá segundas partes.
J.D Salinger, nació en Manhattan, Nueva York (Estados Unidos), el 1 de enero de 1919. Estudiante poco brillante, desde su adolescencia se dedicó a escribir relatos. Sus obras se caracterizan por la expresión de un sentimiento de desesperanza y pesimismo vital .Tras escribir esta El guardián entre el centeno publicó otras como Nueve cuentos (1953), Franny Zooey (1961), Seymour (1963) y Hapsworth 16, 1924 (1977).
Su hija Margaret Salinger hizo una biografía con el título El guardián de los sueños. Y una versión particular del director de cine Gus Van Sant llevó algo de su vida al cine en la película Descubriendo a Forrester.