Inédito. De Si ya no estás aquí, ¿qué hago yo sentada en tu tejado?
Los pasos de los transeúntes son pegajosos,
agonizantes se pierden tras cualquier sombra...
No les queda arena en los bolsillos
ni estaciones de paso donde regalar besos de despedida.
Buscan el lugar común de la derrota del día.
(Hoy es uno de esos días en los que el silencio
calma el dolor de obligarme a desconocerte...)