Política, alcaldesa,
en la milla de oro
modales de nueva rica,
escoltada y peinada,
triunfadora y sonriente,
Ana,
al frente de la ciudad
vive su tiempo de gloria.
En un Opel desguazado
cabe toda la quietud,
la tragedia anunciada,
el frío de la desventura.
Madrid ya siglo veintiuno,
pudo la enfermedad,
pero también el hambre,
aunque no podáis creerlo.
Una historia más, martes
por ejemplo, en San Blas,
en este sucio barrio
que fue mi adolescencia.
Su futuro, su presente,
buscavidas y perdida,
uno cincuenta y cuatro,
solo veinticuatro kilos
y cuarenta y seis años,
Raquel,
desnutrida indigente,
no pedirá nunca más.