Ya nadie puede ganarse la vida
vendiendo enciclopedias;
pero siguen esos pisos pobres
donde la vida gira en torno a una olla.
Los destinos se determinan
y las oportunidades se compran.
¡Qué paradoja, estamos en guerra
y la estamos perdiendo,
cada vez más con menos!
¿Y esto es el progreso? ¡No me jodas!
Todos atrapados en la red
de lo inmediato, de la indiferencia
y del sálvese quien pueda.
Todos mendigos contando monedas,
desahuciados de la utopía.
Aún queda la esperanza de la escuela;
pero el futuro es hoy.