Casa del Tiempo, Madrid, 2004.
Plaqueta con espinelas escritas durante un viaje con amigos por Noruega y Suecia (algunas con su colaboración).
Introducción
Siempre décimas. Estas las escribí, en general en clave de humor, durante un viaje al Cabo Norte, para pasar las aburridas horas de un barco frente a los hermosos y repetidos fiordos noruegos. No creo que añadan gran cosa a los ya escritos a lo largo del tiempo.
Pero a mis amigos les parecieron de perlas. Qué buenos, los amigos.
Madrid, 2004
Tres décimas
Hombre 2004
Vives hijo de la prisa,
angustiado por las horas.
Cuando quieres cantar, lloras,
y mezclas lágrima y risa.
Mira que el tiempo no avisa,
el reloj es cosa fuerte
y estás tentando tu suerte.
Nunca has perdido un segundo,
ni antes de llegar al mundo
ni más acá de la muerte.
Kong Harald
La noche, blanca de sol,
sobre el tibio mar noruego.
En el Kong Harald va ciego
este pálido español.
Sombra y aullido de troll
llena el silencio del fiordo.
El triste canto de un tordo
apenas lejos distingo.
Y el antiguo Odín vikingo
sigue ciego, mudo y sordo.
Bocatas
Se juntaron ocho amigos
en un crucero hacia el Norte,
cada cual con su consorte
y todos de amor testigos.
Les importaban dos higos
ir a dos o a cuatro patas.
en tren de lujo o a gatas,
viajar delante o detrás.
Mas no aceptaron jamás
quedarse sin sus bocatas.