Víctima del estreñimiento verbal,
me he dirigido, otra vez, al baño privado,
encontrándome con la deflagración
de la pólvora joyciana.
Saludé a los peditos inútiles y no loados
del pringadete de Leopold Bloom.
¿Acaso sólo puedes hacer eso?
¿Es ésta tu toxicidad máxima?
No, hay más veneno entre los pedos,
un veneno que tiene pisos y anchura
cuando precisa desenvainar.
Torres Eiffel sin fraternidad prescrita
por los médicos de cabecera.
Torres Eiffel que catatonizan
con fertilizante costumbrista salado,
olvidando por completo que la vida
es un pastel de chocolate...
¡Ah, Anacreontes del pedo hispánico!
Desquiciada ando de esos pedos insolentes e inmaduros,
de los pedos prehistóricos, fríos y estáticos.
Con vuestros desaires, me es más apetecible
la mermelada que recicla el melocotón cada mes,
esa que no dejáis verter en vuestra sosa tostada
impregnada tan sólo de mantequilla caducada.
Melocotón dormido, retraído y deforestado,
melocotón con apellido Bellorofonte,
luchando a capa y espada a lo Quijano
para que los pedos no sepan a muerte.
Los pedos del melocotón son balas
sin mordaza para estallar o disiparse.
Sus pedos se niegan a ser idea abstracta,
son pedos inestables y molestos,
pedos que besan el deseo.
Por así decirlo, el pedo del melocotón
es el verdadero cañonazo
que si te pilla cerca te deja calvo.
El pedo del melocotón es el terrorista
capaz de estallar las Torres Eiffel por los aires.
Pedo que hace temblar los versos de Canterbury,
dejando en último puesto la cagada manchega
del miedoso escudero Sancho...
Y, en cuanto a esto, ¿qué duda queda?
¿No ha quedado suficientemente claro que el pedo
melocotonero desprende incienso de Amazona?
¡Ay de ti, melocotón dulce y jugoso!
Se empecinan en salar
lo que por siempre estuvo más amargo
que las fábulas de Esopo.
Caga sin cuidado, melocotón, dejando fluir el hedor,
crea ambrosía al estiércol fálico.
¡Melocotón saca pájaros de tu nido!
¡Aprieta, aprieta!
Loco del Bosco, ¡trae el jodido enema!
Ya que el melocotón no caga mierda
sino, del corazón, piedras.
Vanora Miranda