sé lo que le dijo la rosa al niño:
"¡violador! ¡violador crepuscular!"
germinar en forma de avalanchas
menstruar triglicéridos atómicos
pleistoceinizar líneas negras
carbonizar cacareos indómitos
¡descuartiza la sierra del segundo!
ataviarse con zapatos sangre
mendigarse entre coches libélula
tragarse el semen armario
fracturarse la glotis por el ciclón lápiz
¡y que sólo te lluevan los jodidos avemarías!
ay, pernoctura eclesiástica daltónica
ectoplasma soviético, brezal humanístico
comisura de puente ciego
cartílago griego follándose a una puta
sé. sé muy bien qué le dijo la rosa al niño
gusano con aletas carnívoras
mamut didelfo
anorexia de la magia
¡Virgilio es el pedófilo de mis noches!
sigue. sigue. sigue...
mi nazareno es un cancerbero
posando en mí peces de madera
para que termine dándoles forma de catapulta
¡multiplica los peces de madera te digo!
no basta, joder
no basta con ser bálsamo dolor
hay que edificar catapultas hacia Caballos de Troya
para que se estrellen con sus paradigmas piedra
hombre de Cromañón haciendo intentos de égloga con la onomatopeya
catapulta , catapulta dijo, catapúltate me digo
¡las olas también tiene jaulas, qué coño!
brechas vestales donde de vez en cuando entra oxígeno
una banshee perforando el estómago con sal
ese cartucho de marsupial utilizado de pistola
no es justo, nada es menos justo
como que no te basten ni el cuchillo ni el tenedor
hablemos mejor de las alfombras oxidadas
de las clorofilas hermenéuticas
hablemos del cortijo de bueyes entre gorriones
de cómo las nubes se volvieron adictas a Hollywood
es como si no hubiéramos hablado nunca
¡nos hemos contentado con hacer muecas al soneto!
en ir en busca de axilas triglífogas
no basta con saberse un Fachen
yo sé yo sé yo sé yo sé
joder
yo sé
sé que la rosa
viola
al jodido niño
Vanora Miranda