El tiempo no sólo se lleva recuerdos
Habíamos pasado más de 10 años en aquella casa, quizás los 10 mejores años de nuestra vida. Ahí habíamos visto nacer a nuestros hijos, habían crecido felices y parte de nuestros sueños se habían llegado a cumplir.
Ahora nos mudábamos de casa, decenas de cajas de cartón se agolpaban por el pasillo, fotos, cuadros, mantas, cajones a medio desmontar y el camión de la mudanza Cintimar abajo esperando en la calle con los operarios que amablemente estaban colocando todo perfectamente embalado en el camión.
Una vida que pasaba, unos sueños que pasaban...