Todos los que hacemos Pecia Complutense tenemos una gran preocupación ante los recortes que están sufriendo las Universidades y sus Bibliotecas. Saber que son parte de una política que afecta a otros muchos sectores no sólo no nos consuela sino que nos motiva a trabajar más para que nuestro campo sea mejor valorado. Lo hemos dicho muchas veces aquí y en otros foros: el Patrimonio Bibliográfico de la Universidad Complutense es uno de los valores estratégicos más relevantes que la diferencia del resto de las universidades del país, y exige el cumplimiento de una responsabilidad social de salvaguarda. Ahora que tanto se habla de cambiar el tejido productivo del país no nos cansaremos de decirlo, porque además ya lo dicen otros más expertos: la inversión en I+D+I, la inversión en nuevos nichos de mercado, la inversión en democracia pasa por una mayor y mejor valoración del patrimonio bibliográfico y documental de los pueblos, porque es el legado del pasado a la comunidad mundial presente y futura y traza la evolución del pensamiento, de los descubrimientos y de los logros de la sociedad humana. Por tanto, seguir invirtiendo lo necesario en el cuidado del Patrimonio Bibliográfico es síntoma de una sociedad moderna, e imprescindible en los momentos más críticos. Con este concepto, desde la Biblioteca Histórica seguiremos trabajando en nuestra misión, hoy con un nuevo número de Pecia Complutense.
La comedia siempre ha sido una privilegiada representación de la realidad y así, la Biblioteca Histórica quiere comenzar este verano ofreciendo a sus lectores una revisión de Aristófanes a través del hermoso ejemplar que posee de la edición princeps impresa por Aldo Manuzio en 1498; sin duda, es una lectura de lo más adecuada para reflexionar sobre los problemas económicos, sociales e ideológicos de la frágil democracia ateniense (estamos hablando del siglo V antes de Cristo).
Para profundizar en nuestras colecciones contamos con tres trabajos. En primer lugar, un magnífico y detallado artículo sobre las encuadernaciones con plancha; en segundo lugar, y de gran interés bibliográfico e histórico para conocer nuestra Biblioteca Complutense, un riguroso trabajo de seguimiento de dos manuscritos (BH MSS 128 y BH MSS 133) a través de los inventarios en los que aparece y de las marcas de signaturas que posee; la metodología que ha establecido será de gran ayuda para otras investigaciones futuras. Una reflexión sobre la política ganadera de Felipe III y los problemas de la Mesta en el siglo XVII nos acercan a otro de nuestros ejemplares, el Libro de Leyes de 1609 (BH FLL 20685).
Para terminar, es para Pecia Complutense una alegría contar, en esta ocasión, con una colaboración americana que nos permitirá conocer más y mejor la imprenta mexicana a través del trabajo sobre fuentes para el estudio de su tipografía, su imprenta y su libro antiguo. Feliz verano.