Ir al contenido | Boletín semestral de la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid. ISSN: 1698-272X

Calendario 2010. "Poeticon Astronomicon" de Cayo Julio Higino

Aurora Díez Baños
Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid

 

Desde hace más de una década, es tradición en la Biblioteca de la UCM elaborar un calendario anual inspirado en su colección de patrimonio bibliográfico, el cual, mediante un diseño atractivo y acompañado de reproducciones de nuestros libros, sirve para divulgar algunos ejemplos de la colección.

La Biblioteca Histórica es la encargada de seleccionar el tema y las obras en las que se va a basar el calendario y de la redacción de los textos complementarios. Así, para este año 2010 la obra elegida ha sido Poeticon Astronomicon de Cayo Julio Higino. Coloniae : opera et impensa Ioannis Soteris, 1534. [BH FOA 351].

 

La idea surgió realizando la selección de las obras que formarían parte de la exposición Del Saber de las Estrellas. Llamó nuestra atención, aparte de la belleza de las ilustraciones de la obra citada, la biografía de su autor y su influencia en numerosos tratados astronómicos posteriores.

Higinio (64ca. aC.- 17ca. dC.), insigne filósofo y astrólogo, nacido en el levante ibérico, fue llevado como esclavo a Roma. Posteriormente, se convirtió en liberto de Augusto, adquirió grandes cualidades intelectuales, estuvo unido a las figuras literarias más importantes de la época como Horacio, Ovidio y Virgilio, y llegó a estar al frente de la Biblioteca Palatina. Lasso de la Vega lo denomina "el primer bibliotecario español".

Se le atribuye la autoría de dos tratados que han llegado íntegros a nuestros días: Fabulae (uno de los manuales de mitología más completo del mundo antiguo) y Poeticon Astronomicon, así como de otros varios, hoy perdidos.

Poeticon Astronomicon, considerado como uno de los manuales de astronomía y astrología más difundido y utilizado, con un gran valor científico y una función didáctica y moralizante que se mantiene en nuestros días, ha sido objeto de diversas ediciones y traducciones, y fuente de numerosos estudios y tratados astronómicos posteriores.

La obra consta de cuatro libros y se inspira principalmente en fuentes griegas, como el poema astronómico-didáctico Phainomena de Aratos de Soli y, especialmente, en los Catasterismos de Eratóstenes de Cirene, obra en la que se narra la transformación de personajes de relatos mitológicos en constelaciones.

Poeticon Astronomicon ofrece información sobre cosmografía, una extensa recopilación de 42 leyendas sobre catasterismos y, lo más original, un catálogo de estrellas que indica las que conforman cada constelación y su posición en la bóveda celeste

La edición que nos ocupa fue impresa en Colonia, por Johann Soter en 1534 y el ejemplar BH FOA 351 proviene de la Biblioteca del Colegio de la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares.

 

Selección de las constelaciones

La selección de las constelaciones que ilustran el calendario fue realizada por Asunción Sánchez Juste (Directora del Planetario de Madrid) y por Mariano Esteban Piñeiro (Comisario de la exposición Del Saber de las Estrellas y Director del Grupo de la Historia y de la Técnica del Instituto de Historia Simancas de la Universidad de Valladolid), autor a su vez del texto introductorio del calendario. A ellos damos las gracias por su ayuda desinteresada y su buen hacer, siempre prestos a colaborar con la Biblioteca en los proyectos culturales que se les propongan.

Se decidió asociar las constelaciones con el mes en las que fueran visibles, y desde España, evitando las clásicas zodiacales, aunque para los meses de febrero, marzo y abril hubo que hacer las correspondencias con constelaciones circumpolares (las que se ven durante todos los meses del año desde nuestro hemisferio) o con otras que están por debajo del horizonte y no son visibles desde España.

Se han diseñado a color y en negro queriendo simular la luz en el día y las estrellas en la oscuridad de la noche.

A continuación se señalan las constelaciones elegidas para ilustrar el calendario. La mayoría de estos catasterismos recogidos en la obra de Higinio tienen relación con los relatos mitológicos de las Fabulae, y a ellas nos hemos remitido para explicar, brevemente, los personajes y leyendas que se materializaron en constelaciones, queriendo indicar que existen tantas versiones de estos relatos como autores.

Portada: De hydra. Monstruo policéfalo, hija de Tifón y de Equidna, que hacía crecer el doble de las cabezas que se le cortaran. Hércules mató a la Hidra de Lerna siguiendo las indicaciones de Minerva, junto a la fuente de Lerna, como uno de los 12 trabajos impuestos por Euristeo.

Sobre su constelación está colocada la Crátera y el Cuervo que golpea el extremo de la cola de la Hidra queriendo desesperadamente acceder al agua de la vasija. Se dice que Apolo encargó al Cuervo ir a una fuente en busca de agua pura, pero se entretuvo y la tardanza enfureció a Apolo quien lo castigó infligiéndole largos periodos de sed.

Enero: De Heniocho (auriga o cochero). Fue uno de los mortales convertidos en inmortales. Mírtilo, hijo de Mercurio, fue convertido en cochero. Se dice que había sido el primer hombre en utilizar una cuadriga, lo que le valió un lugar en el cielo, y el que instituyó los sacrificios y los juegos en honor a Minerva. Otros cuentan que fue el Auriga de Enómao y que tras su muerte su padre, Mercurio, colocó su cuerpo en el cielo.

Se representa sujetando en sus manos las riendas y sobre su hombro izquierdo se encuentra una Cabra, llamada Amaltea, que según cuentan amamantó a Júpiter y cuyo favor le valió ser colocada en el cielo.

Febrero: De Cane. Se considera que era el perro de Orión, aficionado a la caza, y por eso fueron colocados juntos en el cielo.

Otra versión es que Artemisa regaló a Procris, que había huido hasta Creta por una infidelidad a su marido Céfalo, una jabalina que siempre daba en el blanco y un perro que nunca dejaba escapar sus presas, con el fin de obsequiar al marido, aficionado a la caza.

El Can tiene una estrella resplandeciente en la cabeza, colocada por Isis, llamada Sirio nombre por el que esta constelación también es conocida.

Marzo: De Utraque Arcto. Cuentan que se llamaba Calisto, la más bella, o Megisto, según versiones. Aficionada a la caza se unió al cortejo de Diana que la prefirió sobre las demás, pero al conocer que había perdido la virginidad Diana se enojó y le atribuyó la apariencia de osa, a la que los griegos llamaron Arctos.

También se dice que fue convertida en osa por la ira de Juno por haberse acostado con Júpiter quien posteriormente la incluyó entre las estrellas y la llamó Septentrión.

Abril: De Argo. Nave construida por Argos, de aquí su nombre, en la que embarcaron los más selectos héroes griegos (Argonautas) que acompañaron a Jasón en su expedición, sorteando los más diversos peligros, en busca del vellocino de oro para lograr que éste ocupase justamente el trono de la ciudad de Yolco en Tesalia.

Se dice que Minerva hizo una constelación de esta nave por haber sido ella su constructora.

En el cielo su popa toca el círculo invernal y la cola del Can Mayor. La parte inferior de la nave toca el círculo antártico. Su figura se dibuja mediante estrellas que marcan la popa, el primer y segundo timón, la quilla, el puente y el mástil.

Mayo: De Arctophylace. Se dice que se llamaba Arcas, hijo de Calisto y de Júpiter. Siendo adolescente, de caza en un bosque, se topó sin saberlo con su madre convertida en osa a la que persiguió, con intención de matarla, hasta el templo de Júpiter Liceo, lugar al que quien entrara, era condenado a muerte. Júpiter se compadeció de ellos y los colocó entre las estrellas. Se le puede contemplar persiguiendo a la Osa y como guardián de Arctos se le llamó Artofílace.

Junio: De Corona. Se dice que pertenecía a Ariadna, regalo de Líber para seducirla, quien la colocó en el cielo. Se cree que la corona fue construida por Vulcano con oro y piedras preciosas procedentes de la India y que gracias a ellas Teseo había pasado de las tinieblas del laberinto a la luz.

Julio: De Ofiucho. Se le ha llamado Anguitenens, el portador de serpientes, y en la constelación se aprecia como en sus manos sujeta una serpiente enrollada en su cuerpo. Se dice que puede tratarse de Hércules matando una serpiente que vivía en el río Sagaris, monstruo que envenenaba las aguas del río y hacía desaparecer a los hombres. En agradecimiento a su valentía Júpiter lo colocó entre las estrellas.

Agosto: De Aquila. Se dice que se trata del águila que raptó a Ganimedes, uno de los efebos más hermosos, y lo entregó a Júpiter, que lo amaba. Otras versiones dicen que cuando Júpiter quiso promover a los Titanes a la guerra, un águila le proporcionó un augurio al que hizo caso, y por ello fue colocada entre las estrellas.

Otros dicen que Júpiter compadecido de Anaplade, que estaba enamorado de Venus por su belleza y no era correspondido, envió un águila a robar las sandalias de la diosa mientras se bañaba en el río. El águila entregó las sandalias a Mercurio que las transportó hasta Egipto. Venus siguió el rastro de las sandalias y de este modo su amado pudo encontrarse con ella. Como muestra de agradecimiento, colocó el águila en la bóveda celeste.

Septiembre: De Olore. (Cisne). Se dice que Júpiter, enamorado de Némesis y no correspondido, urdió el siguiente plan: él mismo se convirtió en cisne y ordenó a Venus que se transformara en águila y que le persiguiera. Así él logró posarse en el regazo de Némesis, buscando refugio, y poseerla mientras ésta dormía.

Octubre: De Equo. Muchos autores han dicho que se trata del caballo alado Pegaso, hijo de Neptuno y de la Gorgona Medusa. Sobre el monte Helicón golpeó una roca con su pezuña y brotó una fuente que fue llamada Hipocrene, fuente del caballo.

Noviembre: De Andrómeda. Casíope, o Casiopea, antepuso la belleza de su hija Andrómeda a la de las Nereidas. Por esto Néptuno exigió que Andrómeda, hija de Cefeo, fuera encadenada como presa a un monstruo marino para evitar que éste devastara la región. Una vez expuesta, Perseo llegó volando con las sandalias aladas que le había dado Mercurio y la liberó del peligro con la condición de llevársela a su patria, convertida en su esposa. Después Cefeo planeó matar en secreto a Perseo y éste al enterarse mostró la cabeza de la Gorgona Medusa convirtiendo el aspecto humano de los habitantes de la región en piedra. Andrómeda abandonó a sus padres y su patria y siguió a Perseo.

Según cuentan se puede ver la constelación cerca de Casiopea, sobre la cabeza de Perseo, con los brazos en cruz, encadenada y sosteniendo un espejo en su mano derecha. Su cabeza se encuentra unida al vientre de Pegaso: una misma estrella, que brilla intensamente, se conoce a la vez como ombligo de Pegaso y cabeza de Andrómeda.

Diciembre: De Perseo. Hijo de Júpiter y Danae fue enviado por Polidectes, para éste poder conquistar a Danae, a matar a las Gorgonas, seres monstruosos, con serpientes por cabellos, cuya mera visión convertía a los hombres en piedra. Eran tres: Esteno, Euríalo y Medusa, la única mortal.

Recibió de Mercurio, enamorado de él, unas sandalias con alas y un sombrero y de Hades un casco, que hacía invisible a quien se lo pusiera. Y de Vulcano una guadaña hecha de diamante. Con este arma la Gorgona Medusa fue decapitada por Perseo, quien después utilizó la cabeza como arma.

Se dice que las tres Gorgonas tenían un solo ojo con el que hacían guardia turnándoselo. Perseo, en un descuido en el que una de ellas entregaba el ojo a otra, se lo arrebató, cegándolas y mientras dormían las dio muerte. Cuando cortó la cabeza de Medusa del cuello brotó el caballo alado Pegaso.

Se dice que llegó al cielo por su nobleza. La constelación tiene una estrella, que brilla intensamente, en la mano derecha que sujeta la hoz con la que mató a Medusa y otra en la mano izquierda que sujeta la cabeza de la Medusa.

Enero 2011: De Orione. Se cuenta que era hijo de Neptuno y que poseía el don de caminar sobre las olas igual que sobre la tierra. Otros autores narran que Júpiter, Neptuno y Mercurio, en agradecimiento a la hospitalidad que Hiriedo les había dispensado, le concedieron el deseo de tener un hijo varón. Así, orinaron sobre la piel del buey que se habían comido y la cubrieron de tierra. De allí nació Orión.

Se representa en actitud de lucha con Tauro sosteniendo una maza en la mano derecha y portando una espada.

 

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Bibliografía

ESTEBAN PIÑEIRO, Mariano. Del Saber de las Estrellas: libros de Astronomía en la Biblioteca Complutense: catálogo de la exposición. Madrid: Biblioteca Histórica UCM, 2009. Referencia nº 90, pp. 204-205

HIGINO. Fábulas. Introducción y traducción de Javier del Hoyo, José Miguel García Ruiz. Notas e índices de Javier del Hoyo. Madrid: Gredos, 2009

HIGINO, Cayo Julio. Fábulas. Astronomía. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Madrid: Akal, 2008

LASSO DE LA VEGA, J.: "Cayo Julio Higinio, primer bibliotecario español", Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, LXXVII.2 (1974), pp.435-447

 

 

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