Patrick Rothfuss (@PatrickRothfuss), no hace mucho, hablaba de esto en Madrid. En un encuentro con sus lectores, el autor de obras como "El nombre del viento" o "El temor de un hombre sabio", explicaba que todos estos geeks, o frikis (como hemos mal traducido este concepto al castellano) es natural que fueran excepcionalmente creativos, ya que sus estructuras mentales no estaban tan embotadas por las leyes de lo convencional. Pero, ¿dónde habían aprendido que el camino más corto entre dos puntos, podía ser una curva?
Numerosas investigaciones tratan de resolver este dilema, y parece que hay una teoría que empieza a adquirir cierta consistencia. Algo que, por otro lado, parece bastante obvio: la fantasía potencia la creatividad.
El consumo de cultura del género fantástico es por lo tanto una potente herramienta a la hora de liberarnos de barreras preconcebidas, de huir de la cultura de la solución única y de entrenar el pensamiento divergente. No es de extrañar que quien ha crecido buscando tesoros en las macetas de su casa, se preste a buscar soluciones en los lugares más inesperados.
A veces conviene que la lógica dé un paso atrás, dejar que sea el hemisferio derecho el que asuma el control. La lógica nos ha ayudado en un sinfín de ocasiones, eso es cierto, pero en determinados momentos actúa como una prisión para la ambición; pues es lógico pensar que si nadie ha logrado determinada hazaña es porque es imposible. La lógica es, en su concepción más cotidiana, una esclava del pensamiento preestablecido. Hace cientos de años era lógico pensar que el sol giraba alrededor de la tierra, por poner algún ejemplo.
La creatividad, esta impresionante capacidad humana, es la mejor herramienta de que disponemos para enfrentarnos a problemas complejos; por lo que es una tremenda lástima que la vayamos olvidando a medida que nos instruimos. Como decía Suli Breaks (@sulibreaks) en su publicación Why I Hate School But Love Education: "Si la educación es la llave, entonces la escuela es el candado [...] porque si tu respuesta es algo que se sale de lo ordinario la respuesta automática es una cruz".
No se pretende con esta proclama desprestigiar la escuela, pero tal vez sería conveniente plantearse la opción de redefinir lo que pretendemos conseguir con ella. Pues ya advertía Pablo Picasso que todos los niños nacen siendo artistas, el problema está en seguir siendo artistas mientras crecemos.
Repetir siempre los mismos patrones no es una opción. Si queremos conseguir algo distinto, algo nuevo, la única opción es hacer algo distinto, algo nuevo.
Y es que en ocasiones la fantasía puede ser más certera que la verdad. Pues la verdad, con más frecuencia de lo que creemos, no es más que una excusa que nos impide lograr gestas inconmensurables.
"Solo hemos completado el principio, a ustedes les dejamos mucho que no se ha hecho. Hay grandes ideales sin descubrir, adelantos disponibles que pueden remover una de las capas protectoras de la verdad".
Neil Armstrong, en su discurso frente a la Casa Blanca tras volver ileso del primer viaje tripulado a la Luna.