Los individuos están sujetos (incluso antes de nacer) a una serie de premisas que construyen una representación de ellos mismos para el futuro. De igual manera, la violencia de género va anclada a una serie de clasificaciones y representaciones que obviamente proceden de las reglas hegemónicas de construcción del género. Así, en las presentaciones mediáticas podemos observar la representación del hombre como una figura agresiva, y generalmente con problemas de adicción, mientras que la de la mujer es una figura doliente, lastimera, totalmente dependiente. De este modo, se ha producido una banalización del tema por los medios de comunicación. Como ocurre con muchos otros temas, la comunicación se ha apoderado de él convirtiéndolo en una cuestión frívola usada en la televisión desde una perspectiva casi siempre morbosa. Vemos títulos o cabeceras que hablan de las muertes de las mujeres a manos de la violencia, pero no vemos los porcentajes de denuncias. Vemos el final lo "espectacular"; pero no interesan tanto los datos o porcentajes. Virginia Villaplana nos describe muy bien la representación de la violencia de género en el ámbito mediático:
"La nueva representación de las mujeres que sufren violencia en el relato mediático se caracterizan por la victimización y la cosificación de la muerte, en el caso de ser representadas, las imágenes que se muestran son las de mujeres rotas, dolientes, machacadas (Abril, 2005), son mujeres que dependen del resto de la sociedad porque ellas no son capaces de valerse por sí mismas.. Una vez más la organización patriarcal de la dependencia de un sexo sobre otro se pone en funcionamiento, a la víctimas victimizadas se las trata con paternalismo, bien desde el estado, desde la comunidad o desde la familia. Antes bien, las mujeres que pasan por esa experiencia deberían ser consideradas supervivientes y su testimonio -en lugar de ser ignorado- debería servirnos para empezar a conocer el problema. La aparición de estos testimonios en la prensa es casi nula, y en caso de haber algún testimonio, el que se ofrece suele ser de vecinos desinformados, lo que Rosa Solbes denomina «Radio patio» (Solbes, 2005: 147)."1
Somos juzgadas desde la aplicación de una serie de estereotipos por los cuales una mujer violada lo ha sido por transitar lugares inadecuados a horas inapropiadas o incluso por vestir de forma impropia. Pero me interesa aquí señalar que cuando una mujer ha sufrido violencia de género es representada como un objeto que es incapaz de dejar de dar pena necesitando la protección de alguien (paternalismo). En un alto porcentaje de casos, las imágenes muestran mujeres llorando, sufriendo... De la misma forma, el hombre es representado como una persona con problemas mentales que no puede contenerse por sí solo, con problemas de adicción de drogas, alcohol... Es así como se afianzan aún más los valores jerárquicos entre la mujer y el hombre. Todo ello sin ayudar, sino más bien lo contrario, al tema de la violencia de género, creando además unas figuras iconográficas que marcan y construyen el imaginario de ese tipo de violencia.
Así, al observar en los medios de comunicación la representación de la violencia de género, de forma generalizada y como estrategia de divulgación de información, las mujeres están tratadas desde una visión igualitaria y superficial, sin profundizar lo suficiente en esta problemática, lo que construye unos referentes insuficientes como para tratar la complejidad de la violencia de género. Lo que llega a la sociedad es una representación lineal, en la cual solo se nos muestran porcentajes y fuentes judiciales y policiales que aportan detalles de lo morboso, con una dialéctica que encubre el trasfondo de la problemática, y sin la inclusión de una mirada especializada sobre la violencia de género. La falta de especialización en la violencia de género provoca que se convierta en una cuestión divulgada sin hacer distinción entre los diferentes tipos de violencia. Las diferentes violencias: física, sexual, psicológica, económica... y sus diferentes marcos: doméstico, laboral, institucional, contra la libertad reproductiva... son englobadas bajo una misma violencia, señalando que solo un 13% de los medios de información hicieron distinción entre ellas2. Todo esto lo podemos ver reflejado en el Monitoreo de violencia contra las mujeres que realizo en noviembre del 2013 el Observatorio de la discriminación en radio y televisión, integrado por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), el Consejo Nacional de las Mujeres y el Instituto contra la Discriminación (Inadi).
Por otra parte, en las campañas contra el maltrato vemos cómo se muestran mujeres amoratadas o con sangre, enfatizando la idea de la mujer lastimera y doliente y alimentando el morbo y el espectáculo que provocan ese tipo de imágenes. Las campañas de publicidad han divulgado información y han intentado concienciar a la sociedad sobre la violencia pero también han divulgado unos estereotipos y arquetipos que han perjudicado y que no ayudan a resolver este problema. Según la investigación
de Emma Camarero Calandria y María Marcos Ramos3, en 1997 se creó una campaña
Europea contra la violencia de género bajo el lema "Tolerancia cero contra la violencia de género". La función de esta campaña fue informativa, pero se buscaba además demostrar la necesidad de una legislación efectiva. Posteriormente, las campañas se fueron posicionando en la sociedad, haciéndose eco de la necesidad de informar y erradicar la violencia.
A lo largo de los años en España se han diseñado diversas campañas contra el maltrato utilizando diferentes herramientas, ya sean publicitarias con diferentes slogans o recurriendo a figuras reconocidas de la sociedad. Los números de víctimas a lo largo de los años no solo no han aminorado sino que incluso han aumentado, lo que nos lleva a pensar que las campañas publicitarias no están erradicando el problema ni son efectivas. Emma Camarero y María Marcos concluyen afirmando que:
"Las campañas en televisión no deberían dar la espalda a la sociedad. A veces las instituciones piensan o quieren pensar que la sociedad en la que vivimos se halla en un estadio de progreso social más avanzado del que en realidad se encuentra. Especialmente en la denuncia al agresor y en provocar su aislamiento social - en 2010, solo 22 de las 73 víctimas mortales denunciaron, y de ellas 4 la retiraron posteriormente-, las campañas y por ende el lenguaje utilizado en ellas no son aún -al menos en España-, lo suficientemente eficaces ni han logrado un nivel de penetración adecuado. Ninguna campaña contra la violencia de género tiene sentido, los mensajes carecen de credibilidad si desde los organismos públicos competentes no se articulan medidas que den respuesta inmediata y protección a las víctimas de violencia de
género."4
Las campañas no son efectivas en la raíz, los medios de comunicación se hacen más eco de lo morboso, de las muertes, legislativamente todo el proceso es complejo y lento... El resultado de esto son mujeres con miedo y la persistencia de la violencia de género.
Nos encontramos con una banalización, una falta de especialización y una ausencia de profundización sobre la violencia hacia las mujeres. La sociedad es consciente de la existencia de la violencia de género, pero solo sabe lo superficial sin adentrarse realmente en la problemática, lo que nos lleva a pensar que realmente no se sabe lo suficiente sobre la violencia hacia las mujeres ni sobre toda su complejidad. Como apuntábamos anteriormente, la violencia es de diferentes tipos y se presenta en diferentes marcos, si no conocemos esta diversidad, no podremos erradicarla, lo que nos conduce a la raíz de toda esta problemática que se encuentra, como ya hemos avanzado, en la estereotipación de los individuos. Para erradicar el problema de violencia hacia las mujeres habría que trabajar para que el sistema binario de orden fálico feneciera. La violencia de género no es algo que solo afecte a un porcentaje de la población sino que afecta por igual a todas las mujeres, independientemente de su posición social. Como afirma Virginia Villaplana, la violencia hacia las mujeres es un instrumento de control y opresión por el cual se intenta mantener el sistema patriarcal y mantener en las mujeres los roles tradicionales5. Combatir la violencia hacia las mujeres es luchar contra un sistema patriarcal que promueve la desigualdad de género y que lleva instaurado en la sociedad demasiado tiempo.
1 Solbes en, Villaplana Ruiz, Virginia. (2008). Nuevas Violencias de género, Arte y cultura visual (Tesis Doctoral). Universidad de Murcia. Recuperado de http://hdl.handle.net/10803/10721 , pág. 189
2 Observatorio de la discriminación en radio y televisión Afsca e Inadi (2013) Monitoreo de violencia contra las mujeres.Recuperado de http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/wp- content/uploads/2013/11/INFORME-FINAL-MONITOREO1.pdfpágs. De 15 a 22
3 Camarero Calandria, Emma y Marcos Ramos, María (2012) Campañas en televisión contra la violencia de genero del ministerio de sanidad, política social e igualdad (2008-2011). Análisis de contenidos previo al estudio de recepción. Universidad de Salamanca. Recuperado de http://revistas.ucm.es/index.php/INFE/article/viewFile/41145/39357 pág. 3
4 Ibíd. pág. 11
5 Op.cit pág. 149
Bibliografía
ALIAGA, Juan Vicente. (2007) Orden fálico. Androcentrismo y violencia de género en las prácticas artísticas del siglo XX.Madrid, Editorial Akal. pp. 10-11-20-21-22 ISBN: 978-84-460-2279-4
COMISION PARA LA INVESTIGACION DE MALOS TRATOS A MUJERES. Estatuto
ONG consultiva de naciones unidas. "Estadísticas."
Recuperado de <http://malostratos.org/violencia-de-genero/estadisticas/>
VVAA. CAMARERO, Emma, MARCOS, María (2012) "Campañas en televisión contra la violencia de género del ministerio de sanidad, política social e igualdad (2008- 2011). Análisis de contenidos previo al estudio de recepción." (2012)Universidad de Salamanca. pp. 3-11
Recuperado de
<http://revistas.ucm.es/index.php/INFE/article/viewFile/41145/39357 pg 3>
OBSERVATORIO DE LA DISCRIMINACIÓN EN RADIO Y TELEVISIÓN AFSCA E INADI
(2013) "Monitoreo de violencia contra las mujeres"
Recuperado de <http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/wp- content/uploads/2013/11/INFORME-FINAL-MONITOREO1.pdf>
VILLAPLANA, Virginia. (2008). "Nuevas Violencias de género, Arte y cultura visual" (Tesis Doctoral). Universidad de Murcia. pp. 103-149-147-189
Recuperado de <http://hdl.handle.net/10803/10721>