Ir al contenido

Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Viernes, 26 de abril de 2024

Inicio | Secciones | ¿Quiénes somos? | Equipo E-Innova | ¡Publica con nosotros! | Revistas culturales

Tijeras contra pipetas

"Investigar es mirar donde todos miran, pero ver lo que nadie ve".

Sir Hans Adolf Krebs

(Imagen) El Centro de Investigación "Príncipe Felipe" de la Comunidad Valenciana fue inaugurado en 2005.

 

En 2005, con una inversión cercana a los sesenta millones de euros, se inauguró el flamante "nuevo buque insignia" de la investigación en biomedicina de la Comunidad Valenciana, el "Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF)". Tras seis años de vida, y su posición como quinto mejor instituto científico de nuestro país, según una clasificación realizada por Scimago Institutions Ranking de 2011, el CIPF no ha sido ajeno a la crisis económica en que nos situamos.

Lejos de justificar los recortes realizados en este centro por cuestiones de investigación, las críticas de la comunidad científica se centran en la mala gestión que el antiguo gerente del centro, Rubén Moreno, que será diputado en el Congreso por Valencia en la próxima legislatura, realizó en el CIPF.

Algunos de los despilfarros económicos realizados en este centro se basaron en la construcción de salas blancas inutilizadas posteriormente, en el establecimiento de contratos por servicios que nunca fueron prestados o en la compra de instrumental científico infrautilizado. Como resultado de una mala gestión política, hoy el CIPF sufre uno de los recortes más terribles en la historia de la investigación española.

La crisis también ha llegado a los laboratorios. Ahora, donde antes había pipetas y trabajo duro, las tijeras florecen como solución mágica a una crisis que no desaparecerá recortando en los lugares donde nace el conocimiento. La ignorancia y la ceguera política han conseguido la desaparición de catorce grupos de investigación, dedicados al cáncer o a las células madre, un ERE de ciento catorce científicos y truncar el sueño del doctorado de varios becarios de investigación. ¿Es así como se sale de la crisis?

Cuando el CIPF fue inaugurado en 2005, y tras su puesta en marcha, numerosos investigadores prestigiosos a nivel internacional alabaron la política científica en España, que parecía recuperarse tras años de ostracismo político. Algunos, como Ludovic Vallier, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), o Billy Hudson, de la Universidad Vanderbilt (Estados Unidos) saludaban las buenas noticias que parecía resumían en nuestro país lo que se antojaba como futuro prometedor, representado por un crecimiento económico basado en el conocimiento.

El paso del tiempo ha demostrado que aquellos hechos y buenas noticias no eran más que un espejismo en el desierto que afrontamos ahora en la crisis económica. Las tijeras han llegado a los rincones más insospechados, y en lugar de poner en valor lo que debería ser la hoja de ruta para crecer económicamente, se recurre a la solución más fácil, pero no por ello más justificada: limitar los recursos de los centros de investigación.

Esto ha llevado a que fuera de nuestras fronteras, en el ámbito científico internacional, se ponga en cuestión los pasos que se están siguiendo en España para salir de la crisis. La prestigiosa revista Nature, por ejemplo, en su último número criticaba lo ocurrido en el CIPF, al considerar que ejemplos como éste harían retroceder la investigación nacional a diez años antes, con el considerable impacto sobre nuestra economía que ello supondría.

En nuestro país la reacción del mundo científico no se ha hecho esperar, y un manifiesto redactado desde el Instituto de Investigaciones Biomédicas "Alberto Sols" ha logrado reunir en pocos días la firma de más de tres mil científicos en contra de los recortes desarrollados en el CIPF.

Parafraseando al bioquímico Hans Adolf Krebs, en este tipo de situaciones se requiere de altura de miras, y no sólo "ver lo que nadie más ve" a la hora de publicar un trabajo de investigación o estudiar una determinada rama científica. En momentos tan importantes como el que vivimos, debemos erigirnos en defensores a ultranza de la educación y ciencia pública, ejes sin los cuales este país no seguirá creciendo. Planear, planificar y estructurar nuestro sistema socioeconómico a corto, medio y largo plazo, requerirá, sin lugar a dudas, "ver donde nadie está viendo", hacer esfuerzos, pero apoyando siempre la investigación. Sin ella, retrocederemos a tiempos inimaginables y de nada habrán servido los esfuerzos de los últimos años. Si de verdad queremos estar en la "Champions league" de la economía, debemos apostar por la ciencia y que, por una vez, sean las pipetas las que ganen a las tijeras.

Bookmark and Share

Comentarios - 0

No hay comentarios aun.


Logotipo de la UCM, pulse para acceder a la página principal

Copyright © 2017 E-Innova

ISSN: 2172-9204