Es evidente que la situación actual está afectando negativamente al desarrollo de la educación en nuestro país, sin embargo, no hay que olvidar que dicho desarrollo ya se venía entorpeciendo incluso en tiempos de ''bonanza'' económica. Esto nos hace pensar en el hecho de que quizás no tenga que ver con la economía la mejora o empeoramiento de la situación educativa.

Llegados a este punto, está perfectamente claro que la situación es mucho más insostenible y necesitada de acción que lo que en un principio parecía, ya que no es cuestión de algo tan simple como la economía, que mejora y empeora siguiendo ciclos propios del sistema capitalista, si no que el empeoramiento de la educación, en gran medida provocado por la constante retirada de presupuesto y la poca protección a los que se dedican a dicha profesión, es producto mayoritariamente de una política ''sumergida'', oculta a la vista de la gente de a pie, pero muy evidente si nos paramos a pensar un poco.

Para llegar  a esta conclusión solo hay que fijarnos en otros ámbitos de la administración publica, ya que al igual que la educación también la medicina está sufriendo esos recortes, y desde hace mucho más tiempo que la educación. En mi opinión esto tiene una explicación: la privatización. Con ella los ciudadanos pagarían únicamente el servicio que ellos reciben. Como tantas otras cosas es una postura muy razonable y defendible aunque en mi opinión deshumaniza a las personas, ya que la poca acción social que hace la mayoría lo hace por obligación, y al privatizar cosas como la educación y la medicina privaría a estas personas de unas de las pocas buenas acciones sociales que llevan a cabo.

El camino para conseguirlo no puede ser la imposición, ya que sería rechazado de lleno por una gran mayoría, si no que utilizan una estrategia para conseguirlo. Esta estrategia son los recortes. Se basa en empeorar tanto los servicios públicos que la propia población acabe rechazándolos y pidiendo la privatización, lo que además dejaría en buen lugar a nuestros políticos pues serian los que le dan al pueblo lo que quiere.

En fin, luchemos por lo que tenemos y no envidiemos tanto al vecino. No nos fijemos tanto en EEUU u otros países por su envidiable poder económico, y fijémonos en lo bueno que tenemos nosotros, y no queramos cambiarlo por algo que por mucho que nos intenten convencer de que funciona todos sabemos que es un retraso, una vuelta a la edad media, donde el poderoso vivía con una calidad extraordinaria y el pobre moría de hambre. ¿No somos todos humanos? ¿No tenemos todos el mismo derecho de vivir bien? ¿Tan malo es contribuir con nuestros impuestos a ayudar a aquellos que no pueden permitirse unos libros ni un médico privado?