A principios de diciembre, conocíamos la composición del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, en el que, de forma decepcionante para muchos, se suprimía el Ministerio de Ciencia e Innovación, delegando toda la responsabilidad en materia científica de nuestro país en la recién creada Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.
Para más inri, la nueva Secretaría se adscribía al Ministerio de Economía y Competitividad, y no al Ministerio de Educación, donde estaba situada la Secretaría de Estado de Universidades. Algunos veían en ello un grave peligro para el desarrollo científico de nuestro país, al desvincular la investigación de la educación. Otros apuntaban el grave problema de que Ciencia no tuviera ninguna cartera ministerial, revolucionando las redes sociales como Twitter, mediante la creación del "hashtag" #cienciasinministerio. Algunos otros, como el Presidente de la Confederación de Sociedades Científicas (COSCE), apuntaban que era más importante contar con atribuciones y peso dentro del nuevo Gobierno, y que esto no tenía por qué estar ligadoper sea un Ministerio de Ciencia. Por último, había quien irónicamente añadía que Ciencia sí debería contar con cartera ministerial en la que figurara una Secretaría de Estado de Competitividad, y no al revés.
El 30 de diciembre conocíamos el nombre de la persona que liderará la Ciencia española en los próximos años, en sustitución de la hasta ahora Ministra de Ciencia e Innovación, la Dra. Cristina Garmendia Mendizábal.
La nueva Secretaria de Estado de I+D+i nació en Sigüenza en 1955. Licenciada en Ciencias Químicas, especialidad Bioquímica, y Doctora en Inmunología, la Dra. Carmen Vela Olmo es en la actualidad Directora General de la empresa biotecnológica INGENASA, Presidenta de la Sociedad Española de Biotecnología, habiendo sido también Presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), así como representante en diversas Comisiones nacionales y europeas sobre Ciencia.
La Dra. Vela Olmo tiene ante sí varios retos, como la puesta en marcha la Agencia Nacional de Investigación, desarrollar la recién creada Ley de la Ciencia o el Plan de I+D.
Su nombramiento también viene acompañado por el anuncio del recorte de 600 millones de euros en I+D para 2012. Ojalá que esta situación se revierta, porque en gran medida, el éxito futuro de nuestro país vendrá condicionado por el sendero que la Ciencia y la Investigación tomen en los próximos años.