La Facultad de Ciencias de la Información ha acogido la primera edición de Los Juegos del Éxito, una jornada organizada por estudiantes de cuarto curso del grado de Publicidad, en la que se ha analizado el liderazgo desde tres perspectivas, la política, el deporte y la ficción. La decana, Carmen Pérez de Armiñán, ha reconocido la valentía de los organizadores por haber sido capaces de celebrar "un evento real, con personas de la talla de Alfredo Pérez Rubalcaba y César Díaz Carrera", una experiencia que les "permitirá moverse con más soltura en el mundo profesional, algo que estarán haciendo dentro de muy pocos meses".
En el grupo de ponencias inaugurales sobre la jornada, centradas en el liderazgo político, Alfredo Pérez Rubalcaba reconoció que tanto César Díaz Carrera como Paloma Román Marugán saben mucho más de liderazgo que él, porque mientras ellos lo estudian, él "ni siquiera llegó a ejercerlo". A pesar de eso, durante su larga carrera política, sí se relacionó con muchos líderes y eso le permite preguntarse qué hace falta para serlo. Lo primero que tiene claro es que "el liderazgo político es otorgado, en democracia por los votos, y en dictadura por las botas".
Según Rubalcaba, para ser un buen líder hay que tener un gran proyecto político y creer en él, ser capaz de comunicarlo, tener un buen equipo, y ser resistente física y químicamente.
Considera el químico, que un gran proyecto político es aquel que "recoge aspiraciones sociales mayoritarias, que algunas veces son identitarias". Un ejemplo "controvertido es el independentismo catalán", que es un proyecto, con el que Rubalcaba no está de acuerdo, pero que se ha hecho grande por "recoger la identidad de un pueblo y además haber conseguido unir a los que creen que les irá mejor si se independizan". Según el conferenciante, ese proyecto reúne las "tres E", que hacen grande un proyecto: "la ética, la épica y la estética".
Luego es necesario saber comunicarlo, explicarlo racionalmente y mostrar también la parte emotiva. Y es que "un líder político tiene que ser un buen comunicador y mucho más en la sociedad de la información".
El tercer eje sobre el que se sustenta un líder es un buen equipo, porque "la política, como la ciencia es una tarea colectiva". Además, "cuanto mejor es la gente que pertenece a un equipo, más difícil es de liderar, por la gestión de los egos". Para Rubalcaba es fundamental que todo líder político se abstenga de "la presencia de pelotas en ese equipo, porque no sirven para nada".
Y por último, considera el conferenciante que un buen líder debe ser fuerte física y emocionalmente, "para evitar la depresión de la derrota y la euforia de la victoria, tiene que ser una persona equilibrada que reconozca sus errores, pero sin convertirse en el rey de la rectificación".
Advirtió Rubalcaba, de todas maneras, que el hecho de que alguien cumpla todos estos requisitos no garantiza ser un buen líder, sino simplemente, que puede llegar a serlo.
Para César Díaz Carrera, promotor de la cátedra Liderazgo Creativo y Gestión de Crisis, "la tarea, la misión de los líderes creativos es crear futuros deseables, en los que uno quiera vivir". Se pregunta el profesor por qué necesitamos que alguien nos gobierne y se contesta que quizás es porque "necesitamos seguridad, una figura paterna que nos la dé", y ahí es donde puede intervenir el líder, porque él "tiene que dar sentido al mundo en el que vivimos".
Paloma Román Marugán, profesora de Ciencias Políticas, coincide en que el líder refuerza la cohesión de un grupo y considera que el liderazgo es "un concepto relacional, entre el líder, los seguidores y el contexto, ya que es más bien una percepción por parte de los seguidores".
En cuanto al liderazgo político femenino, considera que "va creciendo, pero es absolutamente insuficiente teniendo en cuenta la proporción en cargos ejecutivos entre hombres y mujeres". Considera Román Marugán que las principales barreras para el acceso de la mujeres son "el tiempo, la energía, los recursos y, en algunos lugares, la raza". Advierte además la conferenciante de la importancia de "distinguir entre tener apariencia de poder y tenerlo".
Aparte de las otras ponencias sobre deporte y ficción, durante la jornada los asistentes han podido participar, en el vestíbulo de entrada al salón de actos, en sencillos juegos que han denominado "la ruleta antilíder", "la pelota calambre", y "la cuerda".