La inauguración del quinto ciclo de "El franquismo en los libros", organizado por la Fundación Pablo Iglesias y el Aula de Historia Social de la Facultad de Geografía e Historia, reunió este 27 de abril a José Antonio Martín Pallín y Fernando Ledesma, dos de los integrantes de Justicia Democrática, asociación que agrupó a jueces, fiscales y secretarios judiciales antifranquistas entre 1972 y 1976. Ambos, junto a la profesora de la Universidad Autónoma Pilar Díaz Sánchez, editora del libro "Los jueces contra el franquismo: Justicia Democrática", hablaron sobre la transcendencia, no demasiado reconocida, que tuvo esta asociación para debilitar a la dictadura y guiar los primeros momentos de la Transición. Como destacó el decano Luis Enrique Otero es obligación de los historiadores seguir poniendo nombres y reconociendo su papel a todos los que lucharon contra la dictadura.
"Los jueces contra el franquismo: Justicia Democrática", publicado en enero de 2016, recoge los testimonios ofrecidos en un curso de verano celebrado en Miraflores de diversos historiadores, juristas y periodistas sobre esta asociación. De acuerdo con la directora de aquel seminario y editora del libro la transcendencia de "los jueces delincuentes", como se les llamó en su momento, fue evidente, ya que debilitó a la dictadura desde uno de sus propios pilares, como era la justicia, y su fuerza fue aún mayor al coincidir con movimientos similares surgidos desde el ejército e incluso la iglesia.
El número de jueces, fiscales y secretarios judiciales que formaron parte de los dos ejes de Justicia Democrática surgidos en Madrid y Barcelona, no fue muy elevado, no más de 200 en los cálculos más optimistas, según señaló la profesora Díaz Sánchez, pero sus publicaciones clandestinas sí tuvieron un amplio recorrido, siendo incluso mencionadas por la prensa extranjera de la época, el francés Le Monde o el italiano La Republica. Hasta su disolución en su único congreso, celebrado en 1976, e incluso después muchos de sus integrantes asesoraron y guiaron, como destacó el propio José Antonio Martín Pallín, el paso de una justicia dictatorial a otra democrática, en la que se reconociera la división de poderes y el estado de derecho, "y también social", con referencia a la reforma de la jurisdicción laboral, los derechos de los trabajadores o el derecho a huelga.