El salón de actos del Ayuntamiento de Madrid ha acogido, el 16 de junio, la entrega de premios de la segunda edición del concurso de producción audiovisual Somos Refugio, que este año se ha celebrado bajo el lema "Género(sidad) y oportunidades para las personas refugiadas". El primer premio ha sido para Abre tus fronteras, de Gema Martín; el segundo, por la idea más original a La huida, de María Eugenia González, y el accésit a la idea más original de Asociaciones Vecinales para Género sin fronteras, de Abel Corsino y Alejandro García. Tras el visionado de los vídeos, el rector Carlos Andradas se declaró orgulloso de "tener estos alumnos con esa creatividad, con ese corazón y con esa pasión". Además, de "que desde la UCM hemos sido capaces de aportar nuestro granito de arena, como institución, para minimizar los daños de este drama humano de los refugiados que nos concierne a todos, ya sea como personas o como institución".
Gema Martín, ganadora del primer premio del concurso, asegura que cuando se enteró de este proyecto le "pareció una idea preciosa" sobre un tema que le interesa especialmente. Como estudiante de Diseño de la Facultad de Bellas Artes optó por un filme realizado a base de dibujos, con textos explicativos sobre la situación de los refugiados en el mundo y con una canción que ella misma ha compuesto, y que en el vídeo interpreta su amiga Blanca Vida. Explica Gema Martín que como no se podían pagar derechos de autor decidió componer una canción propia, "la primera" que hace en su vida, y confía en que este proyecto pueda ayudar, de alguna manera, a los refugiados.
La ganadora del premio a la idea más original, María Eugenia González, también ha optado por el mundo de los dibujos para mostrar una dura realidad. En su caso le interesaba "no caer en clichés" y pensó "que lo único que nos distingue es que nosotros estamos aquí y ellos están en marcha, así que la diferencia es que nosotros estamos cómodos en nuestro salón, mientras que ellos sólo quieren llegar a algún lugar en el que poder formar un hogar".
El vídeo Género sin fronteras muestra, en blanco y negro, a gente que posa en las calles de Madrid. Abel Corsino y Alejandro García explican que la mayoría de los que aparecen en el vídeo son personas que se encontraban y a las que les explicaban su proyecto en el que se quería dar todo el peso a las personas, "para que ellas fueran las protagonistas, para que primaran sobre la historia".
La periodista Nuria Mejías fue la conductora del acto de entrega de premios, y reconoció que fue elegida por sus trabajos en Siria, especialmente con las mujeres, que cumplen "un papel clave y pacífico". Consideró incluso que "la guerra ofrece a las mujeres una nueva oportunidad para reinventarse y tomar un nuevo liderazgo".
De todas las mujeres que ha entrevistado a lo largo de su vida, quiso recordar a Nawal El Saadawi, a la que consideró la Simone de Beauvoir del mundo árabe, una mujer amenazada de muerte, "pero a la que nadie ha conseguido acallar". De las ideas de la pensadora egipcia destacó la de que todas las revoluciones del mundo han sido políticas, "pero no revoluciones de la mente, que es lo que nos hace falta para acabar con el patriarcado".
En relación con ese pensamiento, Clara Guilló, coordinadora para el desarrollo del Plan UCM de Acogida de Personas Refugiadas, aseguró que las mujeres y los niños, per se, no son personas más vulnerables, sino que llegan a serlo por "culpa de las políticas patriarcales".
Como universidad pública tenemos la obligación moral de garantizar el derecho a la educación
Reconoció Guilló, con el rector Carlos Andradas, que "como universidad pública tenemos la obligación moral de garantizar el derecho a la educación, que en estos momentos no llega a los campos de refugiados y ni siquiera a los países de acogida, porque en ellos, sólo el 1% de los refugiados tiene acceso a la universidad".
En la UCM, durante este último curso académico, ha habido 16 refugiados que han podido estudiar. Uno de ellos, por casualidad, ha sido alumno en las clases de posgrado que imparte la propia Guilló, quien aseguró que su estudiante, en lugar de estar ahora mismo preocupado por su trabajo de fin de máster, está aterrado por el hecho de que le puedan encerrar en un CIE y ser deportado. La profesora complutense mostró su rechazo total a los centros de internamiento y apostó por sociedades inclusivas, como la que lidera el Ayuntamiento de Madrid, para conseguir sociedades más justas.
Carlos Andradas aseguró que este Ayuntamiento es un buen compañero de viaje para lograr que las personas que puedan continuar sus carreras universitarias en la UCM luego cuenten con "un día después" en el que puedan volver a sus países "con una formación que ayude a mejorar y construir una nueva realidad".
La directora general de Integración Comunitaria y Emergencia Social del Ayuntamiento madrileño, Virginia Torres, recordó que los Derechos Humanos recogen la obligación ciudadana y humanitaria de acoger a los refugiados e hizo un llamamiento para que se facilite a los municipios la acogida de todas esas personas que huyen de la violencia y las guerras. Marta Higueras, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento, también destacó el trabajo que se está haciendo desde la ciudad de Madrid, "para dar testimonio de esta situación, de la gente que está en las fronteras europeas, que están llenas de alambradas de espino, impidiendo que los que más lo necesitan puedan vivir lejos de la violencia".
El acto se completó con la lectura de un poema en árabe y español por parte de la profesora del Instituto Cervantes, Marta Amador, y el alumno sirio Abd Alkder; la representación del tema compuesto por Gema Martín, cantado por ella misma y por Blanca Vida, y la lectura de unos poemas por parte de Juan Carlos Mestre, Premio Nacional de Poesía de 2009.
Mestre consideró dignas de respeto "a las personas que han entregado su conciencia para reconocer en la frente del otro el signo de la igualdad" antes de leer un poema titulado Los refugiados, que escribió hace más de 15 años y que demuestra que "larga es la herida que no cicatriza en la conciencia de la civilización de Occidente". Terminó su intervención con la lectura del poema Antepasados, que termina con estas palabras: "Poco es lo que puede hacer un hombre con las migas de la piedad,/ comer pan mojado los días de lluvia a los que luego seguirán largos días de viento/ y hablar de la necesidad,/ hablar de la necesidad como se habla en las aldeas/ de todas las cosas pequeñas que se pueden envolver con cuidado en un pañuelo".
