Utilizando su propia jerga, puede decirse que la I Jornada Universidad Emprendedora UCM, celebrada este 13 de noviembre en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, ha sido a la vez incubadora y aceleradora de los muchos conocimientos sobre agentes, actores, posibilidades o proyectos que rodean, conciernen o precisan tener quienes deciden dar el no siempre fácil paso de emprender. Y es que, como afirmó la anfitriona de la jornada, la decana Begoña García Greciano, para emprender no basta con tener una buena idea, también hay que esforzarse, trabajar y, sobre todo, ser capaces de asumir dificultades y riesgos. También, como añadió el rector Carlos Andradas, es bueno poner energía, ilusión y creatividad en el proceso, y algo fundamental: perder el miedo a equivocarse. El rector aboga por la necesidad social de que el error deje de verse como un fracaso, pero también sabe que si el emprendimiento se acompaña de conocimiento, es más fácil que la apuesta salga bien. Eso es precisamente lo que pretende la Universidad Complutense: fomentar el emprendimiento basado en el conocimiento.
La I Jornada Universidad Emprendedora UCM, a la que llegaron a asistir más de 400 personas, reunió, como destacó el vicerrector de Transferencia del Conocimiento y Emprendimiento, José Manuel Pingarrón, a actores de todos los estamentos que están presentes en el largo y complejo camino que tiene que transitar el emprendedor. Por suerte, cada vez son más las instituciones y entidades públicas y privadas que tratan de hacer más fácil ese camino. Una de ellas, sobre todo si el emprendedor es universitario y aún más si es Complutense, es el Banco Santander, patrocinador de muchas de las iniciativas de Compluemprende. Como recordó Susana García Espinel, directora general de Santander Universidades y Universia España, la entidad bancaria está detrás de los incentivos que Compluemprende ofrece a la creación de empresas, del Programa de visitas a ecosistemas emprendedores de referencia, de los Premios Emprendedor UCM-Santander, de la participación de estudiantes complutenses en el programa Yuzz (que próximamente pasará a denominarse Explorer), o del Espacio Emprendedor UCM-Santander, que se inaugurará en el campus de Moncloa dentro de pocos meses. También la entidad bancaria está presente en la nueva Cátedra Extraordinaria de Emprendimiento Social, creada el pasado mes de julio en la Escuela de Estudios Cooperativos de la UCM. La explicación de este constante apoyo del Santander en los proyectos complutenses obedece, en palabras de Susana García Espinel, al convencimiento que tiene su entidad de que "la universidad dibujará el futuro de la sociedad. Por la educación empieza todo. Sin ella no podremos avanzar".
La importancia de los ecosistemas
Gracias a uno de estos programas financiados por Santander Universidades, profesores y estudiantes complutenses pudieron visitar el pasado año el ecosistema emprendedor por excelencia, Silicon Valley. Aquello es otro mundo, difícilmente comparable con el que existe en nuestro país, como reconoció el director general de Investigación e Innovación de la Comunidad de Madrid, Alejandro Arranz. No obstante, iniciativas como el Parque Científico de Madrid (PCM), que hasta hace poco dirigía el propio Arranz, hacen que en sus respectivas escalas la innovación madrileña también sea boyante. Lo bueno de llevar un proyecto emprendedor a un ecosistema es que obliga al emprendedor a abandonar el efecto Golum (Mi tesoro) y dejarse aconsejar. De las 400 empresas que han pasado por el PCM en sus tres lustros ya de existencia, el 85 por ciento, según aseguró Arranz, perduran a día de hoy. Las hay de todo tipo, desde las que desarrollan tecnología avanzada hasta las que han convertido una vivencia en un gran negocio, como ha conseguido Zankyou, el portal de preparación de bodas más visitado en el mundo, nacido al cobijo del PCM.
Poder, se puede
De mostrar que Silicon Valley es otro mundo se encargó el conferenciante inaugural de la Jornada, Christian Prada, director general de Spain TechCentre, la entidad pública que trata de ayudar a que proyectos nacidos en España den el salto al barrio en el conviven Google, Apple o Ebay. Además de quitarse la corbata -"Allí nadie la usa", informó Prada mientras deshacía el nudo de la suya-, lo necesario para llegar es dejarse asesorar y guiar. Spain TechCentre desarrolla varios programas para tratar de facilitar el acercamiento: Orientación, Validación e Inmersión. Pocos lo logran, no hay que engañarse, pero poder, se puede. "Nosotros hemos ayudado a más de 500 empresas", afirmó Prada.
Antes de intentar llegar a Silicon Valley o a otra meca empresarial mundial, lo mejor es intentarlo en nuestro ámbito de referencia. Compluemprende es, sin duda, como anima su directora, la profesora Paloma Bel, una buena opción, que pone a disposición de los estudiantes complutenses diferentes mecanismos de asesoramiento, mentoría, incubación, aceleración o consolidación, ya sea directamente a través de la propia Oficina, la red de preincubadoras que está creando para abarcar todas las áreas de conocimiento, el inminente Espacio Emprendedor que se va a abrir en el campus de Moncloa, o si es necesario poniendo en contacto a los emprendedores con los organismos y entidades públicas y privadas que les pueden ayudar o abrir el camino. Muchas de estas estuvieron presentes en la Jornada: Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid, Ministerio de Economía, Asociación de Viveros e Incubadoras de España, Asociación de Mujeres Empresarias de Madrid, Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid, AvalMadrid, ENISA...
Santander X
La Jornada incluyó dos presentaciones, la de la Cátedra Extraordinaria de Emprendimiento Social y la de la Plataforma Santander X. La de esta última se encargó de hacerla el director de Impacto Social de Santander Universidades, Javier López Martínez. Según resumió, la Plataforma Santander X, anunciada hace apenas un mes por Ana Botín, viene "a poner en orden los diversos actores del ecosistema del emprendimiento". O, dicho de otra manera, "trataremos de que a los emprendedores os sea más fácil dar con el experto que os pueda ayudar o con la financiación que necesitáis".
Cátedra de Emprendimiento Social
De la presentación de la Cátedra Extraordinaria de Emprendimiento Social se encargó su propio director, el profesor Gustavo Lejarriaga. Lo primero que hizo fue definir el objetivo. Frente a quienes limitan lo social a lo no lucrativo, la Cátedra apuesta por una visión más inclusiva: "las iniciativas a través de fórmulas de mercado o no mercado, que pretendan la creación de valor social sostenible". De acuerdo con Lejarriaga hay muchas maneras y ámbitos en los que desarrollar el emprendimiento social. Aquí sí que lo primero que hay que tener es una idea y, sobre todo, un objetivo, y es por eso por lo que una de las primeras iniciativas de la Cátedra ha sido convocar los Premios Emprendedor Social UCM-Santander, cuyo plazo de presentación de candidaturas estará abierto del 1 de diciembre al 15 de febrero.
La presentación de esta la cátedra estuvo acompañada de la intervención de uno los máximos expertos españoles en emprendimiento social, José Manuel Pérez Díaz. Pericles, como se le conoce en el sector, habló de la obligación de emprender que tiene la sociedad actual. Habló de un mundo cambiante en el que lo de hace poco de casi nada vale hoy y menos aún valdrá mañana, y en el que solo los que se preparen y sepan adaptarse podrán aportar. Enumeró incluso de las características de esos emprendedores necesarios que "tienen que cambiar el mundo": iniciativa, creatividad, sentido crítico, innovador, autónomo, que sepa asumir riesgos, luchador, desprendido, honesto, busque la justicia social y el bien común, sea sensible con los problemas de los demás, solidario, responsable e intolerante con la corrupción y las corruptelas.
Concurso de ideas
Algunas, incluso muchas, de estas características enumeradas por Pericles demostraron tener muchos de los alrededor de 50 estudiantes que participaron en el concurso que se organizó en paralelo a la Jornada para elegir tres proyectos emprendedores. Nueve de estos proyectos se presentaron en el salón de actos y tres fueron elegidos como los mejores por un jurado formado por algunos de los participantes en la Jornada. El proyecto ganador, denominado Kaukus, aboga por solucionar un grave problema como es la deforestación dando solución a otro, el de los residuos de cáscaras de cacao que quedan tras las recolecciones perjudicando los suelos cultivables. Esas cáscaras si se recogen servirían para fabricar una alternativa a la madera que se usa en muebles y enseres. Además, los creadores de Kaukus se comprometen a destinar un porcentaje de cada venta de un enser fabricado con ese material procedente de las cáscaras de cacao a la plantación de un árbol en las zonas más deforestadas. Lo dicho, la Jornada sirvió de incubadora y, visto lo visto, para más de uno también de aceleradora.
