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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Sábado, 21 de diciembre de 2024

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El asesino es siempre el otro, una reflexión sobre el crimen, de la mano de Alumni UCM

El paraninfo de la Facultad de Filología ha acogido, el 19 de diciembre, un encuentro entre escritores, psicólogos y realizadores audiovisuales bajo el nombre ¿Quién fue el asesino? Una perspectiva multidisciplinar a la mente del asesino. El rector Carlos Andradas informó de que este acto se enmarca dentro del programa Alumni UCM, que busca visibilizar a "las personas que han pasado por nuestra Universidad y tienen cierta proyección pública, a las que todavía están estudiando aquí e incluso a los que estarán en la Complutense".

 

José Ignacio Bolaños, vicedecano de Estudiantes de la Facultad de Psicología lanzó la primera pregunta del encuentro: ¿Quién fue el asesino? Respondió rápidamente que él no fue, al igual que le ocurre a muchos de los personajes que "aparecen como sospechosos en el género negro y que luego resulta que no lo son".


Para Bolaños, en la novela negra "no es lo más importante saber quién es el asesino, sino ir entendiendo cómo son los personajes, cómo viven, sienten, padecen, sufren y buscan explicaciones".


Luis Deltell, profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad I de la Complutense, reconoció que si a él le gusta el género negro es porque "el asesino es siempre el otro". Rastreando la etimología de la palabra asesino llegó hasta una secta chií, de la que pasó al latín medieval y de ahí a casi todos los idiomas europeos.


Según Deltell "lo peor que podemos cometer como personas en un homicidio, que no es un asesinato voluntario, porque el asesino es el que se ensaña, el otro, aquel que no se puede entender, que no se puede racionalizar, y por eso el arte es la única manera que tenemos para relacionarnos con él".


Un avance artístico en esa manera de relacionarnos con el asesino llegó, según Deltell, con Alfred Hitchcock, quien "cambió el concepto del asesino, haicendo que le podamos comprender, aunque no estemos de acuerdo con él". Y el siguiente paso, siempre según el profesor de Ciencias de la Información, llegó con El silencio de los corderos, con un asesino que es más inteligente que nosotros.


El criminólogo de la Universidad de Valencia, Vicente Garrido, añadió que "el concepto del otro tiene mucho que ver con nuestra cultura". Según él, "el desarrollo evolutivo del humano ha hecho posible que la tribu haya sobrevivido, y el que no forma parte de ella es una amenaza, así que el otro es el que te puede matar".


Sin embargo, y por desgracia, al final se aparta al otro y el asesino resulta ser alguien de nuestro grupo el que mata sin razón y sin justificación. El género negro entra ahí como un elemento que permite exorcizar ese miedo a la traición dentro del grupo. Un género que para Garrido no es sólo lo que se considera como tal, sino que "Shakespeare lo es y también las tragedias griegas".


Según el criminólogo, "el género negro nos habla de nosotros mismos y nos lleva al núcleo de los problemas que nos acompañan desde tiempos prehistóricos, cuando teníamos que juntarnos muy cerca, en torno a la hoguera y a la luz, porque de la oscuridad venía el mal".


El director de cine Jorge Dorado contó que cuando presentó su película Anna, en la que un detective es capaz de meterse en la mente de los demás, pensó que iba a ser una película para un público adulto, pero sin embargo se convirtió en un fenómeno adolescente. Según Dorado, "les gustó a los jóvenes porque la protagonista es una chica psicópata y se sintieron identificados con ella de alguna manera".


A pesar de lo que pueda parecer, para Lorenzo Silva, "vivimos en una sociedad poco violenta, con unos 300 homicidios anuales en España, una tasa infinitamente menor a la de otros países como Venezuela, donde hay unos 30.000 asesinatos anuales". La razón es que la policía venezolana "sólo resuelve un 3-4% de los casos, así que es casi gratis matar, mientras que en España hay un 90% de posibilidades de acabar entre rejas y no es fácil asumir el riesgo de pasarse dos décadas de tu vida en un centro penitenciaro".


Lo que sí reconoció Silva, al igual que Vicente Garrido, es que un alto porcentaje de los crímenes en España "se producen en el entorno familiar, y en esos casos el lugar más peligroso del mundo es tu propia casa, y eso es algo terrible".


Para Silva, personajes como Hannibal Lecter de El silencio de los corderos están totalmente alejados de la realidad y de sus propias novelas, porque él ha elegido "que la representación tenga la máxima coincidencia con lo real". Y lo real, normalmente es más prosaico, ni los asesinos y ladrones son tan inteligentes como en el cine, ni todos los psicópatas son asesinos.


Puso el escritor una serie de ejemplos, como el asesino de la baraja, que mató al azar tras conseguir una pistola en Yugoslavia; el Solitario, que cayó en una trampa casi de cine por dejar muchísimas pistas; o el sultán de la droga de Europa, que se vanaglorió de sus delitos mientras le estaba grabando la guardia civil.


Por todo ello, Silva considera que "la ficción nos muestra unos personajes que no existen, que están idealizados". Vicente Garrido reconoce que "la vida muchas veces es poco interesante" y por eso hay que inventarse fantasías como CSI, que utilizan "material que no existe en ningún lugar del mundo". De todos modos, y coincidiendo con Luis Deltell considera que "el arte es otra manera de conocer la realidad, y muchas veces llega a donde no puede hacerlo la ciencia".


De acuerdo con Garrido la psicopatía más peligrosa no es la criminal, sino la que se caracteriza por explotar al otro, y si uno de esos psicópatas "llega a la política o a los poderes financieros, puede causar muchísimo más daño que cualquier asesino". Por desgracia "no hay nada previsto para detectar a esos psicópatas".

El escritor Lorenzo Silva opina que la ficción nos muestra unos personajes que no existen, que están idealizadosla ficción nos muestra unos personajes que no existen, que están idealizadosPara Luis Deltell lo peor que podemos cometer como personas en un homicidio, que no es un asesinato voluntario, porque el asesino es el que se ensaña, el otro, aquel que no se puede entenderUn buen número de personas se juntaron en el paraninfo de la Facultad de Filología para asistir a este acto organizado por Alumni UCM José Ignacio Bolaños, vicedecano de Estudiantes de la Facultad de Psicología, actuó como moderador del encuentroDe acuerdo con el criminólogo Vicente Garrido la psicopatía más peligrosa no es la criminal, sino la que se caracteriza por explotar al otroJorge Dorado es conocido por su filme Anna y por dirigir varios capítulos de El ministerio del tiempoLuis Deltell, José Ignacio Bolaños, Jorge Dorado, Vicente Garrido, Carlos Andradas, Lorenzo Silva e Isabel Fernández
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