El Rectorado de la Universidad Complutense de Madrid ha sido la sede elegida para la presentación del informe Quién financia la universidad. Comparación entre comunidades autónomas en España, Europa y la OCDE, 2009-2015 realizado por el Observatorio Sistema Universitario (OSU). El rector Carlos Andradas señala que la financiación universitaria es muy desigual en las diferentes comunidades autónomas y entre los países de nuestro entorno, "así que ese es un tema que nos preocupa a todas las universidades españolas y para conocerlo a fondo es importante contar con datos concretos y fiables como los que se desprenden de este informe".
De acuerdo con Vera Sacristán, presidenta de OSU, este trabajo ha desvelado que las desigualdades en la financiación de las universidades públicas presenciales españolas ya era una realidad antes de que comenzase la crisis en 2009. De todos modos, si en aquella fecha, la financiación pública de la enseñanza terciaria estaba un poco por debajo de la Unión Europa, en 2015 no sólo está mucho más alejada de esa media, sino que además está por debajo de la media de la OCDE, lo que implica un porcentaje mucho menor de gasto público en las universidades.
Con un 1,77% del porcentaje de los presupuestos públicos destinados a enseñanza terciaria, España ocupa la séptima posición por debajo de un total de 27 países, lejos de la media de la Unión Europea y de la OCDE. Hoy en día, incluso hay cinco comunidades autónomas en nuestro país en las que la financiación pública está por debajo de la que hace cualquier país de la OCDE. Esas comunidades son las Islas Baleares, Navarra, La Rioja, Cataluña y Castilla La Mancha.
La Comunidad Valenciana, por su parte, iguala a la media de la Unión Europea y sólo hay una comunidad que supera las medias de gasto en financiación pública a las universidades tanto de la UE como de la OCDE y esa es Andalucía.
En cuanto a Madrid las noticias no son demasiado buenas, porque tras la crisis se ha convertido en la comunidad autónoma que menos financiación pública recibe por estudiante, cayendo hasta los 4.730 euros, pasando así de ser, en el periodo 2009-2015, de la séptima comunidad con mayor financiación pública por estudiante a la decimoséptima.
Además Madrid es la segunda comunidad autónoma con las tasas más altas (1.715 euros), sólo superada por Cataluña, donde la media que tiene que pagar cada estudiante para matricularse en la universidad es de 2.123 euros.
Las desigualdades entre comunidades autónomas caracterizan a la universidad española, ya que la financiación pública va desde los 8.429 euros que dedica el País Vasco por estudiante hasta esos 4.730 euros de Madrid.
En las tasas también se nota una gran desigualdad, entre los más de 2.000 euros de Cataluña y los 832 de Galicia. De hecho, Cataluña, con un 60,2% de financiación pública en el total de ingresos es la comunidad que menos porcentaje aporta a la universidad, frente al País Vasco que cuenta con el mayor porcentaje de financiación pública en el total de ingresos, con un 84,9%.
Para Sacristán, las consecuencias de estos datos son una "desigualdad de oportunidades en el acceso a los estudios universitarios, lo que no cumple con el mandato constitucional de igualdad de esas oportunidades, y además puede implicar una pérdida de talento de jóvenes que tienen capacidad y voluntad de estudiar, pero no pueden hacerlo por motivos económicos".
