La Facultad de Veterinaria ha acogido la presentación de un proyecto para la gestión integral de colonias felinas mediante el método CER: Captura, Esterilización y Retorno en el lugar de captura. Este programa, que se realizará desde el enfoque del aprendizaje-servicio, busca integrar a todos los miembros de la comunidad universitaria con gestoras/ alimentadoras de las colonias felinas de la Ciudad Universidad y con otros profesionales veterinarios. El decano de la Facultad, Pedro Lorenzo, aseguró que desde Veterinaria es fundamental conocer cómo se efectúa el control de las colonias felinas, "sobre todo en cuestiones éticas, legales y de sanidad", y que porque eso "la implicación institucional con esta iniciativa va a ser máxima". Dolores Pérez Alenza, la directora del Hospital Clínico Veterinario, también dio la bienvenida a esta iniciativa porque de acuerdo con el Ayuntamiento, "en Madrid hay más de 1.600 colonias censadas y otras tantas en B, así que la importancia de realizar este tipo de actuaciones en este tipo de colonias es fundamental para conocer el mapa y poder actuar". Pérez Alenza agradeció, en ese trabajo, la parte de "voluntariado, colaboración y público joven, porque sin esa ayuda sería imposible obtener resultados".

Belén Martínez, profesora del Departamento de Medicina y Cirugía Animal, y una de las promotoras de la iniciativa reconoce que este es un proyecto integral y muy complejo, de ahí que esta sea "la primera universidad que acomete la gestión de las colonias felinas que viven en sus campus y además la primera Facultad de Veterinaria que lidera este proyecto".

Según sus propias declaraciones, su motivación para realizar este proyecto es que son, "sólo veterinarias, unas personas con una empatía mayor con los animales ya desde chiquititas, y con la responsabilidad de ser garantes del bienestar animal, de que no tengan malestar, cubriendo sus necesidades físicas, fisiológicas, etológicas y comportamentales".

En 2017 se juntaron unas cuantas profesoras de Veterinaria y, con la colaboración externa de la veterinaria y antigua alumna Natalia Jaraba, presentaron una propuesta de programa de gestión ética y sanitaria de colonias felinas en los campus de Moncloa y Somosaguas  a los Presupuestos participativos de la UCM. La propuesta no se votó, pero ya que se habían juntado decidieron seguir hacia delante.

A este grupo inicial se unieron algunas estudiantes de Veterinaria y gestoras/alimentadoras de colonias felinas de la UCMy conformaron el grupo motor de este proyecto que se entiende desde el principio como una iniciativa de aprendizaje servicio, "que sirve para hacer un servicio a la comunidad, en este caso a la felina, y también a las gestoras/ alimentadoras de las colonias, a los campus... Y a la vez de ese servicio se realiza un aprendizaje donde todas aprenden una metodología nueva".

Martínez reconoce que aprenden todas la gestoras de un campus tan grande y, "sobre todo, aprenden los estudiantes, ya que van a ser la primera promoción de veterinarios que saldrán con la ley 4/2016, así que tendrán que hacer frente a esa gestión ética y sanitaria".

Estudiantes y gestoras

Cristina y Laura, son dos de las estudiantes implicadas en el proyecto desde que comenzó a forjarse en diciembre pasado. Reconocen que "una de las labores más importantes es velar por la salud de los animales, no debemos dejarlos de lado, porque muchas veces no están en las mejores condiciones". Para ello apuestan por implantar la gestión CER en los dos campus de la Universidad Complutense y tienen claro que este proyecto les permitirá ampliar sus conocimientos "en muchos ámbitos".

Cristina señala, de todos modos, que "es un proyecto que requiere esfuerzo, constancia y trabajo". Para todo aquel que se anime a contactar en el correo electrónico del grupo (cesgatoscomplutense@ucm.es), indica que hay varias tareas que se pueden hacer, desde las labores que pueden ser más áridas, como son listas, censos y el control de las personas que están en el proyecto, la gestión de los gatos que hay en la Facultad de Veterinaria y todo lo que es un trabajo más administrativo. La segunda manera de colaborar, la más veterinaria, va desde alimentar a colonias, a mejorar los puntos de alimentación, desparasitaciones, castraciones...

Victoria de Lucio, bibliotecaria y una gestora/alimentadora de la Ciudad Universitaria, relató cómo comenzó su experiencia en el año 2009, en los viveros Populeto, junto al edificio de la AEMET. Para ella, lo primero es "alimentar para que los gatos tengan una salud decente. El siguiente paso es la esterilización, luego vigilar la salud de la colonia, llevando a los enfermos a las clínicas veterinarias para curarles; el mantenimiento de higiene y limpieza de la colonia es fundamental, y por último, la transformación del entorno, limpiando la zona, instalando tolvas para que coman, refugios..."

En el campus ya se gestionan 19 colonias de lugares diferentes, y ahora falta censar las que existan en el resto del campus. Para eso hacen falta voluntarios que se sumen al proyecto, pero también para "colaborar alimentando, capturando, acogiendo, cuidando su salud, transportándolos, sustituyendo a los gestores, manteniendo la salubridad de las colonias, informando, difundiendo, mediando y haciendo pedagogía con los ciudadanos, ayudando económicamente y organizando eventos para recaudar fondos".

Adopción y cirugía

Guadalupe Miró, del Departamento de Sanidad Animal, añade que llevan "muchos años creyendo en la protección animal, en su bienestar", y aquí están los veterinarios para intentar que tengan una buena calidad de vida y que estén sanos. Uno de los objetos del programa es conseguir que "algunos sean adoptados, no los ferales, pero sí otros que tienen un comportamiento muy bueno, y si son socializables se merecen una casa como todo animal de compañía".

Explicó Miró que los veterinarios son los responsables de controlar todas las enfermedades transmisibles y básicas y se comprometió a poner su "granito de arena desde la consulta del hospital para que los alumnos entiendan la medicina preventiva aplicada a este tipo de poblaciones".

Carmen Pérez, también del Departamento de Medicina y Cirugía Animal, asegura que "las cirugías son una de las cosas más complicadas, así que la idea es integrarlas dentro de la formación docente de los alumnos de último curso".

La gestión ética, la única posible

Natalia Jaraba, veterinaria con experiencia en gestión integral de colonias felinas y miembro de la asociación de veterinarios AVATMA, participante en el grupo motor del proyecto, asegura que hay gente que "no quiere que haya ni un solo gato, pero hay que convencerles de que esta es la única gestión posible, la única ética, que es gracias a la que mejora todo". Considera que en la actualidad no se está haciendo buena concienciación de un tema que "no es cuestión de empatía, es cuestión de cumplimiento de una ley".

Todos los gatos estén o no socializados con el humano están amparados por la legislación de Protección de animales de compañía. Los gatos libres, sin responsable, "son patrimonio del municipio, así que la policía local y el Seprona deben formar parte del plan de gestión, al igual que la administración pública". Y, por supuesto, "la comunidad veterinaria debe participar en desarrollo de protocolos y en formación".

Para fomentar la concienciación y la formación, la idea del grupo que se liderará desde Veterinaria es solicitar ayudas a distintos niveles. Por un lado se seguirán pidiendo proyectos a la UCM, pero también "se buscarán patrocinadores como empresas de la química farmacéutica que faciliten productos recién caducados, o dietas a precios más asequibles". Existe la idea, cuando crezcan como grupo de trabajo, de contar quizás con aportaciones de los socios, y por supuesto la ayuda del Hospital Clínico Veterinario que permite "hacer más con poco dinero".

Otro objetivo es que de aquí puedan salir también trabajos académicos, de fin de grado, e incluso se van a solicitar becas de colaboración de cuarto y quinto.

Cualquier ayuda será bienvenida y el que escriba al correo cesgatoscomplutense@ucm.es ofreciéndose recibirá un cuestionario para enfocarle y dirigirle hacia aquello en lo que pueda colaborar de manera más idónea. Ya sea como informático, desarrollando bases de datos para los censos, aportando información para mapear las colonias felinas de la UCM, ofreciendo su tiempo para ayudar, colaborando en tareas veterinarias...

Al final, todo suma en la lucha por el bienestar animal.