"Veinte años no es nada, dice la canción. Pero para nosotros son toda una vida". Cristina Larroy, la directora de la Clínica Universitaria de Psicología, inicia así su intervención en el acto de celebración de los 20 años de la creación de la entonces denominada Unidad de Psicología Clínica y de la Salud. A su lado está su antecesora en el cargo, la profesora María Paz García-Vera, y junto a ambas la decana de la Facultad, Nieves Rojo, y el rector de la Universidad, Carlos Andradas. "Debemos sentirnos orgullosos de esta clínica y orgullosos de ser complutenses. Nos aporta valor a nosotros y a la sociedad a la que pertenecemos", sintetiza el rector para cerrar un acto lleno de cifras, emociones y también de algunas peticiones.

María Paz García-Vera fue directora de la Clínica desde su creación hasta 2015. "La Clínica tiene para mí una especial significación. Pocas veces en la vida se colabora en algo que transciende de una misma", acierta a decir por la emoción al poco de comenzar su intervención. En ella explica que la creación de una clínica para la formación de los estudiantes y la investigación de los profesores era una vieja reivindicación en las universidades españolas. La UCM fue la primera en convertir aquel anhelo en una realidad. García-Vera cita algunos nombres indispensables en el proceso. Desde José Antonio Cruzado, José María Arredondo, Francisco Labrador y José Luis Graña, personas claves en los comienzos, hasta las administrativas Ana Tornero y María Teresa Solera, "sin quienes nada podríamos haber hecho. ", sin olvidar a sus jefes de residentes, Isi Fernández Arias y Francisco Estupiñá.

Cristina Larroy se encarga de dar algunas de las cifras de lo hecho en estos 20 años: 61.216 prestaciones asistenciales, 4.199 pacientes, 3.000 de ellos complutenses, 679 alumnos formados de grado y posgrado, 78.390 horas de formación, 60 talleres, 6 proyectos de innovación educativa y presencia en varios proyectos europeos, 10 tesis dirigidas y otras 4 en proceso, colaboración con numerosas instituciones... Los atentados del 11 de marzo de 2004 significaron un antes y un después para la aún entonces Unidad de Psicología Clínica y de la Salud. Junto al Departamento de Psicología Clínica editaron una Guía de Ayuda Psicológica que se convirtió en referencia. También trataron a numerosas víctimas y familiares. "Aquel 11-M la Clínica se hizo adulta", señala Larroy, indicando que aquello fue uno de los factores que motivó el cambio de denominación 4 años después, en febrero de 2008, por el ya actual de Clínica Universitaria de Psicología. Otro episodio singular en el devenir de la Clínica es, a juicio de Larroy, la creación hace tres años del Psicall, "un servicio pionero en España y en Europa de asistencia psicológica a los estudiantes, que queremos pronto extender al PAS y al PDI".

La profesora García-Vera, en la actualidad subdelegada del Gobierno en Madrid, está convencida de que la Clínica de la mano de su actual dirección va a seguir creciendo. Cristina Larroy también lo cree. "El futuro pasa por seguir creciendo y madurando. La incorporación de las nuevas tecnologías: evaluaciones con videojuegos, intervenciones telemáticas, intervenciones con realidad virtual, chats boots...", describe, aunque es consciente de que para llegar ahí también se necesitan otras cosas, digamos, más mundanas: "Necesitamos mejores condiciones tanto de espacio como de personal. Ayudarnos a cuidar de los que nos cuidan".

Tanto María Paz García-Vera como Cristina Larroy y después el rector, coinciden en cerrar sus palabras citando el orgullo por lo conseguido, por el presente y también por lo que está por venir. En palabras de su primera directora, "Toda la Facultad y la Psicología española pueden sentirse orgullosa de esta clínica". "Las clínicas universitarias -extiende Cristina Larroy- son un tesoro para la universidad y la sociedad. Fomentan el bienestar de las personas, mejoran la calidad de la formación de los futuros profesionales e incrementan la cantidad y calidad de la investigación". "Las Clínicas son fundamentales y la UCM cuenta con muy buenas clínicas que cumplen un papel importantísimo tanto como unidades de docencia e investigación, como por la proyección social que hacen de la universidad a los ciudadanos, a través de la prestación asistencial en la que dejan patente su buen hacer. Según las evaluaciones que se hacen, entre el 97 y el 100 por ciento de los pacientes de las clínicas universitarias de la UCM consideran la calidad del servicio recibido entre muy bueno y excelente", concluye el rector, quien también recoge el guante lanzado por la directora Larroy y muestra su compromiso en la mejora de las instalaciones y de los medios humanos y materiales de las Clínicas.