La Facultad de Bellas Artes expone, hasta el 10 de abril la muestra "Los colores de los Derechos Humanos", en la que se puede ver una selección de 41 dibujos de los más de 17.000 que se presentaron al Concurso Internacional "Un derecho, un dibujo", en el que participaron niños de 10 a 14 años de todo el mundo. En la inauguración de la muestra, Birgit Van Hout, representante para Europa de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), consideró que "a través del arte, los niños nos enseñan el mensaje más profundo y poderoso, que es que los derechos humanos nos protegen a todos". Julio Contreras, vicerrector de Estudiantes de la UCM, explicó que con esta muestra se quiere "reivindicar los derechos humanos y, de paso, la importancia del arte en esa reivindicación, y ningún sitio mejor que esta Facultad, donde se forman los que van a estar en la vanguardia del arte y van a ser los responsables de proteger, cuidar y mimar la creatividad artística". Para Contreras "es un honor y un lujo tener aquí esta muestra de obras de arte hechas por niños a los que el tema les ha dejado poso y les ha hecho tener algo que decir, y, en definitiva, eso es fundamentalmente el arte".

La idea inicial de este concurso surgió de la Fundación Cristóbal Gabarrón, cuyo presidente del patronato, Cris Gabarrón, recordó que esta es la tercera parada de esta muestra que ya se ha podido ver en Ginebra y en Bruselas, y que tuvo su origen en la muestra Universo de luz, que se inauguró en 2015 en Central Park para conmemorar el 70 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos.

Después de aquello, la obra se trasladó a Ginebra, donde se realizó un taller para transmitir valores a los niños y que se expresen libremente a través del arte. El padre de Cris Gabarrón, y creador de la Fundación, tuvo la idea del concurso para que niños y niñas de todo el mundo, de 10 a 14 años, pintaran, rindieran homenaje y aprendieran sobre los derechos humanos, y "el resultado ha sido espectacular porque los niños son transparentes, inocentes y auténticos, sobre todo en su pintura".

Los premios

Gabarrón informa de que en el concurso ha habido tres motivos, o temas, diferentes: cuál es tu derecho humano favorito, quién es tu héroe de los derechos humanos y qué harías tú por los derechos humanos.

La australiana Madie Crawshaw, de 14 años, ha ganado el primer premio en la categoría "Un derecho humano que creo firmemente que debe ser defendido", con un dibujo sobre la libertad de expresión.

El estadounidense Adebola Adwale, también de 14 años, se ha hecho con el galardón en el tema "Un defensor de los derechos humanos que admiro".

Y Saled Muhammad Zareef Saleh, de Bangladesh, con 12 años de edad, ha conseguido el premio en la categoría "Cómo puedo defender o promover los derechos humanos".

La valoración de las obras

Tomás Paredes, presidente en España de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y miembro del jurado del concurso, explica la importancia que tiene el dibujo en los niños para fijar ideas y conceptos. Reconoce que a él mismo le ocurre, que visita todas las exposiciones que puede, y que en todas ellas debe tomar notas que aunque luego, cuando va a escribir las críticas no consulta, si no las escribe no fija los conceptos.

A la hora de seleccionar entre miles de obras de niños, Paredes considera que "lo primero que hay que hacer es tener la conciencia de quién hace la obra, así que el jurado debe percibir lo que ha hecho un niño, sin ayuda, y descartar cosas que un niño no hace con respecto a su edad". Es decir, que las obras no tienen que ser perfectas, pero sí acordes a su edad.

Paredes es un poco pesimista respecto a la situación artística actual y opina que "el arte no está en la necesidad de las personas, porque los que visitan las exposiciones son muy pocos, y eso quiere decir que no hay interés, y no es un derrotismo, sino que hay que variar la tendencia, así que si no se atiende a los niños en sus edades más tempranas difícilmente tendrán un interés cuando vayan cumpliendo años".

Opina el crítico de arte que la cultura siempre está en peligro, en este momento mucho más, porque "ahora el precio ha desplazado a todo lo demás, y parece que sólo lo caro es bueno, y eso va en contra del propio arte, e incluso de este propio concurso, que tiene un beneficio inmediato y a largo plazo muy importante".

La decana de la Facultad de Bellas Artes, Elena Blanch, sin embargo, sí cree que la necesidad de los niños de expresarse sigue vigente y todavía puede cambiar el mundo, y además "los estudiantes no entran en esta Facultad pensando en hacerse ricos, sino que tienen una necesidad de expresarse, así que las artes plásticas son una necesidad del ser humano y tienen mucho que decir". También Cris Gabarrón opina que "el arte es un lenguaje que es universal" y que permite que se comuniquen las personas de diferentes culturas.

Javier Pérez Segura, el comisario de la muestra, reconoce que esta es una de las pocas veces que "no hay que justificar por qué hacemos una exposición, ya que aquí no hay hueco ni para la Historia ni para la crítica del arte, los dibujos hablan por sí solos, sin premisas ni prejuicios. Son imágenes técnicamente muy buenas, muy originales en la composición y transmiten mucha información. Son bombas que denuncian, y además son presente y futuro".

Manuel Hernández Belver, catedrático complutense y director del Museo Pedagógico del Arte Infantil (MuPAI), informa de que "curiosamente, un martes de hace 38 años se inauguraba el MuPAI en esta Facultad, y ese museo ha tenido una trayectoria buena, con pocos recursos, y ha dado una proyección al arte infantil que se recuperaba en aquel entonces, con congresos, exposiciones, talleres... Es una iniciativa y una labor muy importante para destacar el valor del arte infantil".

La defensa de los Derechos Humanos

Birgit van Hout asevera que la Declaración Universal es uno de los acuerdos internacionales más ambiciosos, surgido tras la segunda guerra mundial y el Holocausto, que consagra la igualdad y dignidad de todo ser humano. Esos derechos se han desarrollado en nueve tratados internacionales y han impulsado el movimiento de derechos humanos, la creación de la Corte Penal Internacional, así como tangibles en las vidas humanas.

"En la actualidad hay quienes cuestionan su relevancia e incluso su universalidad, e incluso hay hostilidad hacia los defensores de esos derechos. Vemos cómo el odio y la intolerancia continúan prosperando, y estos actos representan un peligro para cada uno de nosotros, porque todos corremos un riesgo de perder nuestras libertades y derechos", afirma van Hout.

Una idea que comparte Hernández Belver, quien cita a Steven Pinker, el que comenta que en estos tiempos convulsos recuperar los valores ilustrados es algo muy importante, porque sólo pensar que todo está conseguido es un peligro. "La libertad, la igualdad, todo lo que disfrutamos actualmente son logros humanos, que se pueden perder en cualquier momento".

Van Hout recomienda hacer un esfuerzo para ver dónde falla nuestro mensaje y qué podemos aprender de otras disciplinas como las artes, porque "los DDHH protegen el derecho de todos a la libertad artística y el derecho a participar en la vida cultural y a disfrutar de las artes. Además, las artes tienen un historial de documentación de la violación de los derechos humanos y obras como el Guernica todavía se consideran una de las obras contra la guerra de las más conmovedoras de la Historia humana".

Para la representante de las Naciones Unidas, "el lenguaje universal de las artes puede llevar el mensaje de los derechos humanos más allá de las fronteras, un mensaje que se puede amplificar gracias a la comunidad de artistas del mundo entero. Sobre todo, porque en el arte todos podemos participar, sin importar nuestra edad ni nuestra nacionalidad, como se ha demostrado en este concurso".