La Facultad de Medicina ha organizado el XIV Congreso nacional de investigación para estudiantes pregraduados de Ciencias de la Salud y el XVIII Congreso de Ciencias Veterinarias y Biomédicas los días 25, 26 y 27. Javier Arias, decano de la Facultad de Medicina, reconoció que en estos tiempos, en los que estamos "inmersos en la paraciencia, los mitos y los sistemas de creencia que nunca se someten a crítica, jamás veremos a un sistema de esos replantearse los cimientos como sí lo hace el método científico, que utiliza la duda y la contraprueba". Pidió Arias a los muchos estudiantes matriculados en estos Congresos que investiguen, al igual que lo hizo José Manuel Pingarrón, secretario general de Universidades, quien aseguró que el actual gobierno está inmerso en una campaña en contra de la utilización de las pseudociencias y pseudoterapias. Aclaró que no se oponen "a que se estudie cualquier cosa, sino a que engañen a la gente diciéndoles que esas actividades curan". El rector Carlos Andradas, antes de presentar al conferenciante encargado de impartir la conferencia inaugural, Valentín Fuster, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), añadió que "cuanto antes empecemos a crear motivaciones, modos de comportamiento y el afán por preguntarse e investigar, mucho mejor para la Universidad y para la sociedad en su conjunto".
El cardiólogo Valentín Fuster opinó, antes de su charla sobre las enfermedades cardiovasculares, que "siempre es atractivo ver gente joven en un auditorio, eso es lo que motiva a todos los que llevan años en el mundo de la investigación". Informó después de que la enfermedad cardiovascular es la causa número uno de muerte del mundo, con factores de riesgo conocidos como el colesterol elevado, la obesidad, el tabaquismo... que dañan el endotelio que tapiza el corazón, haciendo que el colesterol penetre. Si la sangre que circula por las arterias se encuentra con una úlcera formada por el colesterol, se coagula y se produce el infarto de miocardio.
En contra de lo que se pueda pensar, según Fuster, "el ambiente, los factores de riesgo externo como fumar, la falta de ejercicio y una dieta inadecuada, son los que explican un 90% de los infartos cardiovasculares. Sólo el otro 10% son de origen genético". Por eso, cuando en 2005 le nombraron presidente de la Asociación Americana de Corazón, y algo después vino a España a dirigir el CNIC, comprendió que lo ideal era dedicarse a la gente joven para motivarla, tanto a los investigadores como a la población en general.
Empezó así a desarrollar una serie de proyectos, uno de ellos desde el nacimiento a los 25 años, donde "lo más importante es la concienciación". En la edad secundaria, desde los 25 a los 50 años, lo importante, según Fuster es descubrir quién está desarrollando enfermedades como la demencia y no lo sabe. En ese corte de edad, es muy preocupante el hecho de que la arteria ya está rellena de colesterol, y por ello se ha empezado a estudiar las arterias de 12.000 individuos "con tecnología de imágenes que todavía no es pública", que es una tecnología de ultrasonido externo, que permite ver si se va llenando de colesterol la arteria o no.
Estos estudios, que se hicieron en una unidad móvil, descubrieron "que es dramático que las dos terceras partes de individuos de 50 a 54 años de edad, en ciudades como Madrid, por ejemplo, ya tienen enfermedad avanzada. Son individuos sin síntomas de ningún tipo, es decir, tenemos una población enferma y no lo saben".
Añadió Fuster que están desarrollando tecnologías muy baratas que sirvan para aplicar los métodos de prevención en países de economías bajas, "lo que permite unir la ciencia a la responsabilidad social, porque los jóvenes tienen que ser creativos, pero siempre teniendo un impacto social en lo que hacen. La investigación es fundamental para saber cómo podemos influir en la sociedad en la que vivimos".
En el tema de la prevención, para el cardiólogo "si tienes más de 70 años ya no hay nada que hacer, pero en la gente joven sí que funcionan los proyectos para cambio de conducta". Considera que "como individuos cambiamos nuestro riesgo en cuatro días, pero volvemos a lo mismo, pero si trabajamos en comunidad es muy distinto". Al menos así se ha visto en estudios realizados tanto en nuestro país como en Kenia, Colombia o Estados Unidos.
Y aunque "la edad cronológica no es lo mismo que la edad biológica", la clave de la situación está en concienciar a los niños, de ahí la importancia de los estudios desde el nacimiento hasta los 25 años. En Colombia, por ejemplo, se hizo un estudio en Colombia con 2.500 niños sobre cómo controlar las emociones, aprender a decir no al tabaco, al alcohol y la drogas, tener más actividad física, mejorar los hábitos alimenticios... En total Fuster y su equipo de investigación trabajan con 50.000 niños en todo el mundo con resultados muy satisfactorios.
De acuerdo con el conferenciante, la vida de todos y cada uno de nosotros está afectada por la realidad, lo que a veces puede hacernos caer en la frustración. Considera Fuster que "hay que reflexionar cada día sobre dónde estamos, sobre el talento, sobre cómo transmitir positividad y cómo contar con buenos tutores. Además hay que tener una buena actitud, aceptar quiénes somos, ser auténticos y altruistas, porque el hecho de que uno sienta que está dando algo para la sociedad es la más importante baza para la motivación".
Los Congresos
El rector Carlos Andradas agradeció a todos los decanos de Ciencias de la Salud por la organización de estos dos Congresos simultáneos, al tiempo que agradeció la presencia de tantos estudiantes. Consideró Andradas que "es importante la comunidad y actuar dentro de ella, porque, como ha asegurado Fuster, eso provoca cambios en el comportamiento y la conducta. Y en nuestro caso, somos una comunidad muy numerosa, cuya parte más numerosa son los estudiantes, de ahí la importancia de su presencia en cada una de las actividades, para crear y modificar conductas y hacernos preguntas".
El XIX Congreso nacional de investigación para estudiantes pregraduados de Ciencias de la Salud y el XVIII Congreso de Ciencias Veterinarias y Biomédicas, se celebran durante tres días en los que se presentan trabajos de investigación o se hacen revisiones bibliográficas de temas relacionados con las Ciencias de la Salud y realizados por alumnos de cualquier curso de grado principalmente de las titulaciones de Biología, Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Enfermería, Farmacia, Fisioterapia, Logopedia, Medicina, Nutrición Humana y Dietética, Odontología, Óptica y Optometría, Podología, Psicología, Terapia Ocupacional y Veterinaria.
Estos Congresos, que cada edición organiza una Facultad diferente, les sirven a los estudiantes para iniciarse en el mundo de la investigación científica con la elaboración de trabajos que este año han ido desde los videojuegos, al papel de la prensa a la hora de informar sobre la resistencia a los antibióticos, la gripe aviar, la epilepsia, el impacto de la pobreza en la seguridad alimentaria, la contaminación del agua por detergentes, la química sostenible, la muerte digna, la lucha contra el Ébola o la alergenicidad al polen en el parque del Retiro. Las 50 mejores comunicaciones se llevan un pequeño premio y algunas, de manera opcional, pueden acabar publicadas en alguna revista científica.