Mercedes Ladrón de Guevara, directora de La Escena Roja, la compañía responsable de la gala de premios del XXIII Certamen de Teatro Universitario de la UCM, lo advirtió nada más empezar: la de este año no es una gala normal, sino una "contragala", en la que a los premios habituales se les iban a sumar muchos más. A lo largo de la ceremonia se entregaron 29 premios, algunos de ellos con una cierta carga irónica y otros emotivos. El premio al mejor espectáculo de este año ha sido para la obra Nostalgia 2175, de la compañía Teatruko, que también se ha hecho con el premio a la mejor música original, a la mejor interpretación femenina protagonista (Clara Oliver), y con una mención especial del jurado a la creación de proyecciones. La obra ganadora se podrá ver el día 12 de junio en Nave 73 y el 17 de junio en el Teatro de La Latina.
María Nagore, vicerrectora de Extensión Universitaria, Cultura y Deporte, entregó el primer premio del certamen y agradeció a todos los grupos teatrales la experiencia tan enriquecedora que le han proporcionado durante estos cuatro años, en los que le han enseñado a "amar todavía más el teatro universitario, porque como decía Lorca, una universidad que no apoya su teatro, si no está muerta, está moribunda". Nagore asegura que durante este tiempo se ha aumentado en un 300% el presupuesto dedicado al teatro universitario y confía en que "ese apoyo sea cada vez mayor y que se refuerce".
Tras recibir el premio a la mejor obra, Chema Risco reconoció que él no sería nada sin Teatruko; Felipe Muñoz anima a todo el mundo a que se pasen "al lado salvaje de la vida" que es el teatro, y Clara Oliver considera que esto "no es sólo teatro, sino la unión de diferentes disciplinas artísticas".
Teatruko también se llevó el premio a la mejor interpretación masculina de reparto, para Luis Fernández, aunque en este caso por la segunda obra que pusieron sobre las tablas: Cuando pase el temblor.
El segundo premio al mejor espectáculo fue para El Barracón, que fue también la compañía que acumuló más galardones a lo largo de la noche por la obra Las bicicletas son para el verano. Se llevó además una mención especial del jurado al mejor elenco, el premio a la mejor dirección escénica, al mejor espacio escénico y a la mejor iluminación. E incluso se llevó un par de premios extra, como el de la voz más sexy del teatro complutense, para Carlos Manrique, y el de mejor actor revelación para César Gil, el director de El Barracón.
Los responsables de la gala reconocieron que habían inventado la categoría de actor y actriz revelación para premiar a esa gente que siempre está ahí, pero a la que nunca se ve sobre las tablas. Por eso el premio a la mejor actriz revelación fue para Mercedes Núñez, de la Unidad Técnica de Cultura, que es la responsable de este certamen teatral.
El tercer premio al mejor espectáculo fue para Muertos de la risa, de Teatro por Necesidad, que también consiguió el premio al mejor espacio sonoro y un peculiar premio para Alba Chamorro, como la mejor directora en la sombra. Ella misma reconoció que esta es la primera obra que dirige y animó a todos los que estén interesados en ponerse a ese lado del escenario, a que lo hagan porque "sólo hace falta una oportunidad y si se quiere, se puede".
Homérica, con su obra Divinas criaturas del agua, se llevó el premio a la mejor interpretación femenina de reparto, para Patricia López; el deseadísimo premio al mejor texto original y al vestuario, que recogió una emocionada Alicia Esteban Santos, y el premio al grupo con más chispa.
Ubú Rey, de Katharsis Teatro se hizo con el premio al mejor maquillaje y con una mención especial del jurado al mejor trabajo interpretativo de Paloma Caramelo Hernández y Sergio Díez Sánchez, por el matrimonio Ubú; Chamaeleo se llevó el premio a la mejor dramaturgia por Sueños, y también el premio Miss Sunshine de la UCM para Estela Montero, y Triaca Teatro se llevó el galardón a la mejor interpretación masculina protagonista por el trabajo de David Pérez, en Biografía.
ADAMUC obtuvo una mención especial al segundo mejor elenco por Muerte accidental de un anarquista, y el premio un tanto surrealista e irónico de mejor dirección escénica por Comisaria especial de mujeres, que no llegaron a poner en escena.
Carabellis y Psikoteatro se llevaron, ex aequo, el premio al mejor grupo revelación, y Pablo Amich, de Katharsis Teatro, se hizo con el premio al Brad Pitt de la UCM. De ese modo todas las compañías que han participado en el certamen de este año se han llevado algún galardón, sea serio o humorístico.
La gala, que comenzó con una interpretación de Víctor Arias y unas palabras aleccionadoras de la profesora del ITEM, Jara Martínez, puso el punto y seguido, tras tres horas y media, a este mundo tan heterogéneo e iconoclasta que es el teatro universitario en el que puede participar todo aquel que entienda que "el teatro es vida y nos enseña a vivir".
