La iniciativa "Tesis en 3 minutos" está organizada conjuntamente por la universidades Autónoma, Rey Juan Carlos, de Alcalá de Henares y Complutense. Cada una de ellas organizó una fase interna para elegir a los cuatro estudiantes que las iban a representar en la final de la Comunidad de Madrid en cuatro áreas diferentes de conocimiento: Ciencias e Ingeniería, Ciencias Sociales y Jurídicas, Artes y Humanidades y Ciencias de la Salud. Ana Mercedes Corral, del Departamento de Prehistoria, fue la ganadora de la UCM en el área de Artes y Humanidades, y también se ha llevado el premio en esa categoría en la final de la comunidad autónoma, con la presentación de su tesis Enterramientos infantiles durante la Prehistoria reciente del interior peninsular: un estudio bioantropológico y arqueológico.
La final de este año se ha celebrado este mes de junio en el salón de actos de la Facultad de Económicas de la Universidad Autónoma, y en ella los complutenses competían contra los ganadores de las diferentes categorías de las otras tres universidades organizadoras del concurso. El acto lo presidió el vicerrector de Investigación y Doctorado de la UAM, junto a los directores de las Escuelas de Doctorado de cada universidad, entre ellos Emilio Peral, de la UCM.
Mientras que en las fases de cada universidad el jurado estaba compuesto por profesores, en la final los que valoraron la presentación fueron periodistas especializados en temas científicos y de divulgación. Ana Mercedes Herrero Corral considera que ese tipo de jurado es el más idóneo "en un concurso en el que tienes que hablar de tu tema de investigación en tres minutos, y para que lo entienda todo tipo de público, ya que había gente de todas las disciplinas". Cree que "los periodistas son los mejores para juzgar si alguien ha sabido explicarse en ese poco tiempo, y de manera clara pero sin decir cuatro cosas muy obvias". De hecho, la investigadora complutense asegura que ya venía especificado en las normas del concurso, que se tenía que hacer lo más divulgativo posible, pero sin perder el rigor, así que "el reto estaba en explicarlo todo para que todo el mundo lo pudiese comprender".
Además hacerlo sólo con una diapositiva fija, porque ese es otro de los requisitos de este concurso, que sea una imagen sin ningún movimiento y "eso te obliga a sintetizar y a que esté puesto todo ahí, en la pantalla, desde el principio, y tiene que tener poco texto para que te presten atención".
Según Herrero Corral, en la UCM se presentaron cerca de sesenta investigadores, "aunque no hubo una criba previa y había algunos que quizás no se habían preparado mucho", pero en la final de la Comunidad de Madrid "el nivel era muy, muy alto, porque ya iban los mejores de todas las universidades". Explica que en parte fue así, porque a los cuatro que ganaron en la fase complutense les dieron un curso de oratoria, de cómo hablar en público, impartido por Maribel Reyes, del Departamento de Ciencias de la Comunicación Aplicada de la Facultad de Ciencias de la Información, que les enseñó "muchísimos trucos, sobre todo en la parte no verbal, porque siempre se piensa que lo importante es la investigación de cada uno, los datos, cuando en este tipo de presentaciones es muy importante el cómo se cuenta, la entonación que se utiliza, la postura...". Fue un curso personalizado y adaptado para los cuatro ganadores, con una duración de tres días, dos de ellos en los que se les explicaron los principios de la oratoria en público, y un tercero que fue una especie de "ensayo general", poniendo en práctica en tres minutos todo lo que se había aprendido.
El premio de la Comunidad de Madrid, aparte de otorgar un diploma, está dotado con 500 euros, que se suman a los 300 que Herrero Corral ya ganó en la fase complutense. Por eso, pero sobre todo por la experiencia, Herrero Corral recomienda a todos los doctorados que se presenten a la próxima edición del concurso, "porque si ganan es estupendo, pero aunque no lo hagan merece la pena, porque se aprende de todo y no te da tiempo a aburrirte escuchando a personas de otras áreas, porque son sólo tres minutos".
La investigadora piensa que en parte se ha hecho con el premio porque su tema de enterramientos infantiles prehistóricos tiene "un punto ganador, quizás porque es bonito, porque todo el mundo tiene algún niño a su alrededor", o quizás porque aunque ella estudia yacimientos del tercer y segundo milenio antes de nuestra era, en la presentación utilizó conceptos aplicables a la actualidad, "y eso puede ser que marcase la diferencia a la hora de la valoración del tribunal".
Herrero Corral está ya a punto de terminar su tesis doctoral para defenderla en el mes de septiembre o en octubre. Una tesis de la que ya han salido varios artículos publicados en revistas de impacto como Nature y Science, y está en prensa otro artículo sobre los individuos infantiles de la época campaniforme en Journal of Mediterranean Archaeology. Tras la lectura de su tesis quiere seguir investigando sobre "sus niños" y a ser posible en alguna universidad extranjera con alguna beca postdoctoral, aunque "ojalá pudiese volver a la Complu y me volváis a entrevistar ya como profesora".
