Este 18 de noviembre, unos 60 representantes de las ocho universidades que participan en UNA Europa se han reunido oficialmente por primera vez, y lo han hecho en la Facultad de Medicina de la Complutense. El objetivo de esta reunión ha sido poner en marcha el proyecto 1Europe, que busca elaborar más de 20 currículos internacionales y formatos de movilidad, basados en los últimos modelos de diseño e investigación educativa y que sean compartidos, de manera integral, por las universidades que forman parte de esta alianza universitaria. Hay que recordar que UNA Europa es el nombre de la alianza formada por la Universidad Complutense de Madrid, la Freie Universität Berlin (Alemania), la Università di Bologna (Italia), la Uniwersytet Jagiellonski w Krakowie (Polonia), la KU Leuven (Bélgica), la University of Edimburgh (Escocia, Reino Unido) la Université Paris I - Panthéon Sorbonne (Francia) y la recientemente incorporada Helsingin Yliopisto (Finlandia), que se han unido para crear un campus interuniversitario europeo, de tal manera que los estudiantes de cualquiera de estos ocho centros vean sus títulos, sus matrículas, sus notas, sus diplomas... validados de manera inmediata de una a otra universidad de la alianza.
Marta Arregui, responsable operativa de UNA Europa por la Complutense, informa de que los asistentes a este encuentro han sido "miembros del comité ejecutivo de UNA Europa, líderes de los diferentes paquetes de trabajo, responsables operativos de las diferentes universidades y los responsables de los comités de formatos innovadores de educación de las ocho instituciones".
La actividad del proyecto 1Europe, uno de los diecisiete primeros proyectos piloto de universidades europeas que la Unión Europea ha puesto en marcha, empieza formalmente el 1 de diciembre y tendrá una duración de tres años. Arregui explica que para diseñar este proyecto ya ha habido trabajos previos y alguna reunión en la que se ha visto dónde tienen las universidades socias las principales intersecciones para poder empezar a trabajar desde ahí. "Esta reunión, del 18 de noviembre, es donde se han juntado por primera vez todos los comités ejecutivos de las cuatro áreas estratégicas del proyecto 1Europe, que son Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial, Estudios Europeos, Sostenibilidad y Cultura y Patrimonio". Todas esas áreas son transversales, ya que incluyen a todo tipo de disciplinas, áreas de conocimiento y facultades.
Los representantes de todas las universidades del proyecto se han reunido para analizar en qué modalidades de oferta académica y de movilidad se va a empezar a trabajar. Como el proyecto comienza en diciembre y el evento del lanzamiento es el día 22 de enero, el objetivo de esta reunión es que para ese momento se tenga claro qué se va a hacer, qué grados, másteres, micromásteres, doctorados... se pueden ofrecer. Aunque como asegura Arregui, "no sólo de una forma genérica sino viendo realmente qué es lo que cada una de las instituciones socias está ya en disposición de poner en marcha en lo que respecta a esos productos que se tienen que crear".
Los retos
Peter Lievens, vicerrector de Política Internacional de la Universidad de Lovaina, entidad coordinadora de 1Europe, considera que los grandes retos a los que tiene que enfrentarse esta reunión son "cómo organizar colaboraciones más fluidas entre los socios; cómo conseguir implementar actividades con éxito; cómo establecer canales de comunicación interna y externa; cómo incluir a los estudiantes en la realización de todos estos objetivos; cómo enfrentarse a planes tan ambiciosos con poca financiación, y cómo atraer fondos alternativos".
Arregui añade que además hace falta conocer cuáles son aquellas actividades que se pueden lanzar en un plazo más corto, como MOOCS, micromásteres... Es decir, "las que son más fáciles de poner en marcha desde el punto de vista administrativo, legal y académico, porque ya hay mucho hecho que juntándolo permite ofrecer un programa coherente y consistente para el alumnado". Por otro lado, hay que ver en qué temas hay más retos que superar porque hay agencias de acreditación, porque son titulaciones oficiales, porque son más largas, porque los currículos son más difíciles de desarrollar...
La sesión en la Complutense comenzó con un plenario, donde dio la bienvenida el vicerrector de Relaciones Internacionales y Cooperación complutense, Dámaso López, y en ella se explicaron los objetivos del día, a partir de diferentes paquetes del trabajo. En uno de ellos se han definido los modelos académicos y educativos, lo que "se conoce como formatos innovadores de educación, que es algo así como crear el esqueleto de cómo debería ser cada uno de los formatos que se quiere ofertar". Aparte, hay otro paquete de trabajo en donde se trabaja la movilidad, para ver cómo se puede conseguir que se llegue a un 50% de alumnado con movilidad, física, virtual o mixta, y hay un tercer paquete de trabajo, que le corresponde a la UCM, que es en el que todo eso se implementa, es decir, "donde se diseñan los currículos que dan contenido a esos formatos académicos y de movilidad".
Ese último paquete que coordina nuestra universidad se llama Acciones Piloto e Implementación, y aunque las otras universidades estén también implicadas, "depende de la Complutense que todas las acciones se lleven a cabo de forma organizada y coherente, y para eso se cuenta con la líder de este paquete que es Begoña Garcia Greciano, actual decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales".
El plenario ha dado la visión general de en qué consiste cada uno de esos paquetes de trabajo y luego los asistentes se han separado para trabajar en cada una de las cuatro áreas estratégicas. Una vez que cada grupo de trabajo ha reflexionado sobre qué es lo que ya tiene, por dónde puede empezar y dónde están los mayores retos, se ha vuelto a un plenario vespertino, donde se ha puesto todo en común, se ha identificado por dónde va a empezar el proyecto y por dónde tendrá que seguir, y se ha decidido cuáles van a ser las acciones inmediatas.
La financiación
Para Peter Lievens, los objetivos de este proyecto son muy ambiciosos y no será suficiente con la financiación otorgada por la Comisión Europea, así que harán falta socios de otro tipo. Arregui coincide con esa aseveración y explica que no es barato crear toda una oferta académica; sistemas de gestión comunes, con tecnología común, que permitan, por ejemplo, que una persona que se matricula en Lovaina esté al mismo tiempo matriculada en el resto de universidades; que unas notas que se insertan en un acta en Helsinki estén ya reconocidas en todas las demás; que un diploma que se expide en Edimburgo sea válido para todas las universidades... Aparte está la movilidad que se espera, porque "cuando es virtual hay que crear o tener la tecnología, pero si además se habla de movilidad física eso significa costes importantes", además se quieren crear cátedras en cada una de las áreas estratégicas que se quieren financiar, así que hará falta financiación adicional.
Para Arregui, "la financiación que proporciona la Comisión Europea es una financiación semilla para el coste básico de las acciones piloto de forma experimental, pero no da, ni mucho menos, para toda la actividad que se quiere llevar a cabo". Por eso 1Europe ya está planteando una estrategia de consecución de financiación, por un lado para actividades del proyecto directamente, pero también para otras del área de la salud o para actividad investigadora, porque aunque el proyecto, de acuerdo con la responsable complutense, es de un contenido estrictamente académico, también se quiere colaborar en el ámbito de la investigación.
La situación de Helsinki y Escocia
La Universidad de Helsinki no está todavía formalmente en el proyecto, pero se está viendo cómo articular su participación, introduciéndola como un socio más, una vez que analice cuál es su posición en las cuatro grandes áreas estratégicas, y después hará falta que se analice la cuestión presupuestaria, con la intención de saber para qué tiene financiación y para qué no, porque ahora mismo no se le puede financiar, aunque "Helsinki es una universidad extremadamente potente y no parece que ese vaya a ser un problema".
Por su parte, la Universidad de Edimburgo se ha comprometido a estar en la alianza, esté el Reino Unido en la Unión Europea o no. A partir de ahí, de acuerdo con Arregui, "según evolucione la cuestión del Brexit, y de cómo sean los acuerdos, habrá que revisar los procedimientos y habrá que ver cómo articular la relación, pero la universidad escocesa ha mostrado su voluntad de estar, independientemente que haya Brexit, en cualquiera de sus posibles modalidades".