La biblioteca María Zambrano recuerda en una pequeña exposición el espíritu de La Barraca, la compañía teatral fundada por García Lorca y estudiantes de la Universidad Central en la II República

Corría el año 1931 cuando el entonces ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Fernando de los Ríos, anunció la puesta en marcha de dos iniciativas vinculadas a las Misiones Pedagógicas, con las que su Ministerio pretendía elevar el nivel cultural de los habitantes de las zonas rurales españolas. Ambas pretendían acercar el teatro hasta los pueblos. Una se denominaba El teatro del Pueblo y lo dirigía Alejandro Casona. La segunda era la creación de una compañía de teatro universitario, denominada La Barraca, y dirigida por dos jóvenes estudiantes de la Universidad Central de Madrid, como entonces se deominaba la actual Complutense, llamados Eduardo Ugarte y Federico García Lorca.
Ochenta años después, aquella compañía que recorrió desde julio de 1933 hasta abril de 1936 74 pequeñas localidades de prácticamente todas las provincias españolas, sigue siendo recordada. De hecho, desde el verano de 2006, promovida por la Sociedad Española de Conmemoraciones Culturales, la compañía "Las huellas de La Barraca" ha retomado durante los meses de verano la tarea llevada a cabo por su antecesora.
Del 19 de diciembre al 15 de enero, la Biblioteca María Zambrano ha recordado en una pequeña exposición la historia de aquellos universitarios, mostrando además algunos materiales y utensilios originales utilizados tanto en la propia escena como en el montaje de los escenarios. La inauguración corrió a cargo de la vicerrectora de Atención a la Comunidad Universitaria, Cristina Velázquez; el decano de Filología, Dámaso López; el director del Instituto del Teatro de Madrid, Javier Huerta, y la directora de AC/E, Rosario Otegui. En la inauguración hubo un montaje escénico dirigido por César Barló, que simuló un teatro ambulante.