El clúster de Medicina Innovadora del Campus Moncloa de Excelencia Internacional cuenta con cuatro líneas principales de actuación que van desde la telemedicina hasta los equipos más avanzados en resonancia magnética.
El Campus Moncloa de Excelencia Internacional (CEI) divide su actividad investigadora en seis clústeres. El de Medicina Innovadora está coordinado por María Teresa Arredondo, profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid, e Ignacio Lizasoain, profesor del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
El clúster de Medicina Innovadora tiene cuatro líneas prioritarias de actuación. La primera de ellas es el diseño y síntesis de herramientas diagnósticas y terapéuticas. El responsable es Aurelio Csaky y para lograr sus objetivos cuenta con los CAI de la Complutense (como el de espectrometría de masas) y los grandes laboratorios de la Politécnica.
La segunda línea es una plataforma preclínica de imagen biomédica, a cargo de José Manuel Udías y Andrés Santos. Una de las principales actuaciones de esta línea es dotar al CEI de laboratorios con áreas quirúrgicas para estudiar las patologías más recurrentes como son el cáncer, las enfermedades cardiovasculares neurológicas, psiquiátricas, inflamatorias... En esta línea se trabaja en relación con los grandes hospitales universitarios y con CAI como el de resonancia magnética, el de cartografía cerebral-PET, el de magnetoencefalografía (que está en el campus de Montegancedo) y el Centro Nacional de Microscopía Electrónica.
Información clínica
José Luis de Pablos es el responsable de la línea de información clínica, en la que se colabora con los institutos sanitarios dependientes de los hospitales Clínico de San Carlos, Universitario 12 de Octubre y General Universitario Gregorio Marañón. Esta actuación del clúster quiere crear bases de datos y de imágenes que puedan ser compartidas entre investigadores y grandes hospitales con fines de investigación, docencia y meta-análisis. La primera aplicación obvia que se puede derivar de estas bases de datos es la telemedicina.
La última de las líneas de actuación es la plataforma Living-Lab, coordinada por María Teresa Arredondo. Este espacio, ubicado junto a la Escuela de Telecomunicaciones, es un laboratorio de alta tecnología que se convierte en casi cualquier espacio. Ahora mismo simula una casa (con dormitorio, salón, cocina y cuarto de baño) en la que se puede monitorizar la relación entre personas con algún tipo de discapacidad y los electrodomésticos del hogar. Es un espacio abierto para la comunidad científica del Campus de Excelencia, pero también para investigadores de otras universidades y empresas.
Nuevas infraestructuras
Entre las nuevas infraestructuras, asociadas al clúster de Medicina Innovadora, está la creación de una sala de realidad virtual dentro del Living-Lab para llevar a cabo, por ejemplo, experiencias de rehabilitación, tratamiento de fobias y mejora de los procesos de aprendizaje en personas con autismo.
Además se han adquirido equipos para la mejora de la microscopia confocal y análisis de imagen del CAI que dirige Agustín Zapata; y un PET-CT para el CAI de Cartografía Cerebral, dirigido por Miguel Ángel Pozo. Esta última equipación mejora todavía más la capacidad de los equipos de Tomografía por Emisión de Positrones (PET) al incorporar la evaluación anatómica detallada a las imágenes funcionales-moleculares.
Parte de la inversión del clúster va también dirigida a la reforma y mejora de las instalaciones del animalario de la Universidad Complutense.
Gracias al proyecto Innocampus, del Ministerio de Economía y Competitividad, el clúster de Medicina Innovadora va a poder financiar otros dos equipamientos del CAI de Resonancia Magnética Nuclear dirigido por Antonio Herrera, como son un equipo de resonancia de un tesla para animales y otro de tres teslas para humanos. Esta última es la resonancia magnética de mayor potencia admitida por los organismos médicos internacionales para el estudio morfológico del cuerpo humano.
130 grupos
De momento, 130 grupos de ambas universidades (unos 100 de la UCM y el resto de la UPM) han mostrado su interés por formar parte de este clúster. Los grupos son de todo tipo de facultades, no sólo las relacionadas con el campo de la biomedicina. También los hay de Psicología, Matemáticas, Físicas, Telecomunicaciones, Industriales, Informática e incluso de Educación Física. Ahora se celebran reuniones por sectores para determinar qué actuaciones se ajustan más a las líneas principales del clúster y cuáles son los grupos con mayor capacidad de colaboración, así como los que tienen un mayor potencial para solicitar proyectos nacionales e internacionales.
De hecho ya hay un proyecto firmado con la universidad de Colorado (en imagen biomédica), y una colaboración entre el clúster, la Comunidad de Madrid, el MIT y la universidad de Harvard.
Aparte de la investigación, se está trabajando para preparar un Master Oficial Interuniversitario en Medicina Innovadora que cumpla los requisitos exigidos por los Erasmus Mundus.
Como aseguran Lizasoain y Arredondo el objetivo es que en unos años se haya incrementado la actividad "con más proyectos, más publicaciones y con estudios superiores de excelencia".